La 'puerta del infierno' está en Turkmenistán
Con algo más de 65 metros de diámetro y un fuego eterno en su interior, la verdadera "puerta del infierno", según los lugareños, se encontraría en Turkmenistán, en el desierto de Karakum y cerca de la pequeña localidad de Darvaza.
Este fenómeno es uno de los agujeros más curiosos, sorprendentes y espectaculares que pueden encontrarse en la superficie de la tierra y, aunque se cree que su profundidad no es mayor a 30 metros, no es de extrañar que el sempiterno fondo incandescente que presenta haya dado pie a situar allí la hipotética entrada a los dominios de Pedro Botero.
En realidad, el fuego arde en este pozo desde hace sólo unas décadas y es producto de la acción del hombre.
Todo el suelo del desierto de Karakum, de unos 300.000 kilómetros de extensión y el décimo más grande del mundo, es rico en gas y petróleo. En la década de los años 60, en una prospección, científicos rusos dieron con una cueva subterránea llena de gas, la cual se abrió accidentalmente a la superficie terrestre tragándose equipo y tiendas soviéticas. Años después, en los 80, nadie sabe cómo, a la cueva se le prendió fuego y desde entonces arde sin parar habiendo fracasado distintos intentos de apagar un agujero en el que se alcanzan los 400 grados centígrados de temperatura e ilumina las noches del desierto turkmeno en un espectáculo sin parangón.