Franquicias

Y ahora que ya estamos en la orilla, ¿qué?

  • "Llevamos ocho años asimilando y llorando la pérdida de los lujos"
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F. Javier Pelayo

"Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas esas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca". Voy a tener que leer más a menudo El Quijote. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Franquicias y Emprendedores

La reflexión de esta cita es bien clara, además de haber sido escrita hace muchos años y en una época donde no había ni Euribor, ni el Ebitda se llamaba así. Era la vida misma, que está llena de ciclos y parece que de este salimos, o deberíamos salir, ya mismo.

Pérdidas de lujos

Son ya ocho años de asimilar primero, asumir después, llorar las pérdidas de los lujos del Estado del Bienestar y ponernos en orden de marcha con el Estado de Ser, al que buenamente podamos acceder por nuestra capacidad de generar lo que a cada uno le toque. Y no hablo sólo de dinero.

Al fin y al cabo, vivir en España ya se supone que es más bienestar que en Somalia. Pero, además, queríamos chalets, descapotables, cenar mi-cuit en un Lounge y viajar a Laponia en Navidad.

Por eso, éramos felices cuando el director de la sucursal nos decía: "Sin problemas, te doy el 120% del valor del piso en la hipoteca, y así te compras y te gastas". Nadie se enteró de que las garantías en España son individuales, y no del bien hipotecado.

Hablo del falso salto socioeconómico que deslumbró a tantas personas, que pasaron de ingresar un salario razonable, tener pautas de consumo y tasas de ahorro razonables, al guerra para mi cuerpo.

Frustraciones, desubicaciones, y falta de futuro generado por la falsa ilusión de ser reyes por un día.

No recuerdo movilizaciones en 2007, ni salvadores de la patria ni críticos con el sistema, quizá porque en la abundancia se nubla el horizonte y todo vale.

En las universidades no había filósofos, sólo funcionarios al ralentí, licenciados en futuros paros, carreras sin demanda y caminos negros evidentes, pero como todos hemos nacido para viajar en business, pues casi mejor no protestamos, no vaya a ser que se acabe el chollo...

Audi y vacaciones

Claro que, como la capacidad de frustración del ser humano no es infinita, el haber tenido que renunciar al Audi y a las vacaciones en el extranjero, nos ha vuelto revolucionarios.

Es el sistema. Ha regresado el sentimiento de lucha de clases, de confrontación, de los círculos, de las asambleas... Y encima, los veteranos -ahora llamados casta- tienen un montón de líos debajo de la alfombra. Los españoles tenemos mala memoria y la lengua muy larga.

Se nos olvida rápido que el dinero hay que devolverlo, que no todos los negocios son buenos -ni siquiera en franquicia-, que no todos son sostenibles y que, si lo son, los tiempos los harán menos sostenibles.

Se nos olvida que las empresas las crean los empresarios; que las empresas funcionan si el consumo crece; que si las empresas funcionan, las personas que en ellas trabajan podrán consumir. Si consumen crecemos y así hasta el próximo momento de crisis.

¿Emprendemos?

Y ahora los bancos están volviendo a dar dinero. ¿Emprendemos? Siempre hay un porcentaje de emprendedores que lo son por naturaleza. Son más artistas que espectadores, y no son mayoría. Obviamente, los gobiernos han de buscar soluciones al desempleo, y una buena manera es que cada palo aguante su vela, y qué mejor si es por cuenta propia.

Pero tenemos que ver más allá. Entender que el mundo ha cambiado de verdad, que las compras por Internet le comen terreno al retail.

Entender que ser autónomo o emprendedor es magnífico, siempre que se tenga la disciplina, la autonomía y la capacidad.

Entender que cada vez los negocios son distintos, y para muestra los bancos empiezan a estar dirigidos por expertos en sistemas y no por banqueros.

Y aquí entra de lleno el mundo de la franquicia, que ya no podremos decir que no conocemos cómo funciona.

25 años de franquicias

Ya han pasado 25 años desde que el sistema se pusiera a andar en España, y ya ha habido tiempo de crear marcas buenas, malas y regulares, de ver conceptos maravillosos que han tenido su ciclo de vida, su moda.

Es quizá el sistema que más moderniza el comercio, con conceptos novedosos o evolucionados y al día. Como casi todo, las marcas franquiciadoras nacen, crecen, se reproducen -a veces mucho y en varios países- y finalmente mueren.

La cuestión es: ahora que sabemos tanto, que tenemos un sistema de franquicias regulado, que hay locales buenos a precio razonable y que los bancos dan financiación, ¿seremos capaces de elegir la opción adecuada según el mercado, nuestro perfil, nuestra capacidad económica real, nuestro momento vital y, lo más importante, la marca adecuada a todo lo anterior y que tenga un ciclo de vida suficiente para acompasar nuestros objetivos o se haya reinventado y evolucionado para conseguirlo?

Si quieres un negocio explosivo, de moda etc., será más corto que uno de peluquería o de restauración, si bien es cierto que las inversiones de uno y otro no son las mismas.

Todos hemos pasado por etapas positivas, que suceden a las negativas, y así en un ciclo sin fin vamos pasando la vida. Ni seremos tan ricos como nos hicieron creer, ni tan pobres como nos hicimos.

Diviértanse, es lo que se van a llevar por delante. Y emprendan. Apuesten por ustedes mismos.

F. Javier Pelayo International Business Vicepresident Marco Aldany