Pymes y Emprendedores
Portugal pierde el miedo a emprender: las 'startups' triunfan dentro y fuera del país
Javier Calvo
La grave crisis económica sufrida en los últimos años ha provocado un importante cambio de mentalidad en Portugal. Los ciudadanos lusos han dejado atrás su tradicional miedo a asumir riesgo y al fracaso en los negocios para dar un importante impulso al ecosistema emprendedor, donde este año se espera un récord histórico en creación de nuevas empresas.
Con el apoyo de eventos de referencia como el Web Summit, junto con una estrategia gubernamental de apoyo al emprendimiento, Portugal se ha convertido en una referencia europea para atraer a extranjeros que buscan instalar su startup en el país, pero el talento patrio tampoco se ha quedado atrás en este campo. De hecho, empresas emergentes con sello portugués triunfan dentro y fuera de sus fronteras.
Un ejemplo es Fartfetch, una startup de moda online que, pese a tener sede en Londres, fue fundada por el luso José Neves. La compañía acaba de debutar en la bolsa de Nueva York. Otra referencia es Talkdesk, una solución para centros de atención al cliente de empresas, presente en más de 50 países; o la plataforma de alojamientos para estudiantes Uniplaces, en seis mercados europeos.
Aversión al riesgo
Todas estas compañías tienen en común que fueron creadas por emprendedores portugueses que superaron uno de los principales obstáculos a la creación de empresas: la aversión al riesgo y el miedo al fracaso, un inconveniente que afecta más a Portugal que a otros países. De hecho, solo el 35% de los portugueses está dispuesto a correr el riesgo de fracasar, un porcentaje muy inferior al que registra la media europea (41%) y la global (47%), según un estudio elaborado por Amway.
"Tenemos más miedo al fracaso que el resto", apunta, en declaraciones a EFE, la periodista lusa Mariana Barbosa, autora de un retrato del ecosistema portugués recogido en O livro dos fazedores, en el que considera que el miedo es una "cuestión cultural".
Presencia española
El auge del espíritu emprendedor y el éxito de las startups en Portugal no es ajeno a las compañías españolas, que ya miran al país vecino y comienzan a tomar posiciones.
Una de ellas es Tuvalum, empresa especializada en la compraventa online de bicicletas de segunda mano. "Portugal es el banco de pruebas más sencillo para iniciar la internacionalización", explica Alejandro Pons, CEO de la startup. "Es casi un mercado unificado para muchos proveedores, y si surge algún problema, por ejemplo con el envío, es más fácil solucionarlo que si ocurre en otros países como Alemania", asegura.
Una situación parecida a la que refleja Miquel Antolín, cofundador de Freshly Cosmetics, marca de cosmética natural con un modelo nativo digital: "Podemos utilizar la misma red logística que tenemos ya en España, lo que hace que empezar a vender en Portugal sea operativamente más sencillo", explica.
Dificultades
Pero no todo es fácil en Portugal. Ambas compañías también coinciden en algunas de las dificultades que se encuentran al hacer negocios en el país vecino. La principal, que los ciudadanos lusos van un paso por detrás en el desarrollo del comercio electrónico. "La penetración es un poco menor que en España, pero evolucionan rápidamente", apunta Antolín.
También advierten que es necesario tener en cuenta que hay algunas diferencias en los métodos de pago. "En Portugal aún se pide mucho contrarrembolso", explica el cofundador de Freshly Cosmetics. "Obliga a adaptar los procesos, pero no es una dificultad", puntualiza Pons.