Pymes y Emprendedores

Codicia, demandas y maltrato: lo que esconde el CEO que se bajó el sueldo para subir el de su plantilla

  • Dan Price, acusado por su hermano de quedarse con los beneficios
  • La medida pudo ser una herramienta publicitaria en la pelea legal
Dan Price, CEO de Gravity Payments. <i>Bloomberg</i>

elEconomista.es

Esta primavera, una pequeña empresa de Seattle saltaba a los titulares de todo el mundo: su consejero delegado se rebajaba su sueldo de 1 millón de dólares para que todos los empleados tuvieran un salario mínimo de 70.000 dólares anuales. Dan Price saltaba a la fama e incluso era comparado con Jesucristo por su aspecto y sus actos. Pero podría resultar que tras su aparente generosidad esconde codicia, una pelea con su hermano y una acusación de maltrato por parte de su ex mujer.

Así lo desvela en su último número la revista Bloomberg Businessweek, que tras una investigación y varias entrevistas con el propio Price parece desmontar el mito. El reportaje siembra muchas dudas sobre una decisión que en apariencia era por la felicidad de los trabajadores, pero en realidad podría ser simplemente una herramienta en una pelea legal con el hermano de Dan, Lucas, propietario del 30% de la empresa, Gravity Payments, que ambos fundaron en 2003.

La pieza deja en bastante mal lugar a Price, al que además pilla en un renuncio. El periodista pregunta a Price por la demanda de su hermano Lucas, y Dan responde que fue precisamente por la subida de salario a los empleados, algo que corroboraba el jefe de prensa de Gravity. Pero en la investigación descubre que en todo caso fue al revés, porque la demanda tiene fecha anterior a todo el hype mediático que recibió en abril tras anunciar la subida del salario mínimo.

Es más, Price, en la historia que vendió a los medios, aseguró que tuvo un momento de revelación yendo de excursión con un amigo y tras leer un libro. El problema es que los documentos muestran que recibió la demanda dos semanas antes de la propia fecha que él dio y un mes antes de que anunciara la subida de sueldo para sus empleados. El abogado de su hermano también asegura que le notificó la decisión por mail el 9 de abril, solo 4 días antes de hacerla pública. Sin embargo, Price no ha dudado incluso en intentar usar la demanda en su campaña publicitaria.

Un salario exageradamente alto

La historia original tiene como mínimo claroscuros. En primer lugar, sobre el salario de Dan Price. En 2011, como él mismo declaró, ganaba alrededor de 50.000 dólares anuales. Una cifra que de repente saltó a 1 millón de dólares al año siguiente, año en el que se divorció de su mujer. Price se justifica diciendo que es el precio de mercado y contrató a una consultora para calcularlo, y según su versión, le recomendaron un salario todavía más elevado.

Sin embargo, una comparativa con las empresas de su tamaño vuelve a dejar a Price en mal lugar. Dependiendo de las medidas que se tomen cuestión (ventas, beneficios o número de empleados), los CEOs de compañías similares oscilan entre los 370.000 y los 710.000 dólares. Y en una compañía similar como JetPay la cifra es de 355.000 dólares. Precisamente en ese sueldo está el origen de las quejas de su hermano Lucas, que como accionista tenía derecho a dividendos sobre los beneficios.

De hecho, en la demanda se especifica que Price "utilizó de manera inapropiada su mayoría de control de la empresa" para sobrepagarse y así dar menos dinero a Lucas. Pide reparaciones sin especificar y exige a su hermano que le compre su participación. El abogado habla de años de disputas y que la respuesta de Dan siempre fue que acudiera a los tribunales y que solo hablaría con su hermano Lucas a través de un abogado.

Subir los salarios para pelear con su hermano

Las fechas y los descubrimientos de Bloomberg sugieren que la bondad de un salario mínimo muy por encima de la media no era más que una argucia de Price. Porque al pasar los beneficios a los salarios, se queda sin dinero para eventual compra del 30% de su hermano.

Y que además ha aprovechado toda la atención mediática para sacar beneficios, como los 500.000 dólares que ha firmado Price por un libro sobre su "experimento", acaparar portadas y postularse como nuevo profeta de un capitalismo más humano y comprometido con los empleados.

Pero es que además la medida y la publicidad están afectando al día a día de Gravity. Algunos clientes se han ido, la plantilla ha crecido en 20 personas (sobre las 120 que tenía en abril) y cuando aparecen cámaras de televisión los empleados saben que Price ha vuelto a Seattle de una de sus múltiples giras y eventos.

Puñetazos y ahogamientos

Aunque quizá lo peor está por llegar. La semana que viene se espera que TEDx publique en la web una charla de su ex-mujer en la Universidad de Kentucky, de la que se divorció precisamente en 2012, cuando realizó su astronómica subida de salario y comenzaron los problemas con su hermano.

Su ex mujer habló públicamente el 28 de octubre sobre el poder de escribir para superar el trauma, y aunque no lo citó explícitamente, leyó una nota de su diario de 2006 hablando de su entonces marido: "Se volvió loco y me cogió. Me tiró al suelo, se puso encima de mí, comenzó a golpearme con los puños en el estómago y a abofetearme".

Más adelante, también recordaba como una se encerró en el coche "asustada por si me iba a golpear contra el suelo de nuevo o me iba a ahogar en el baño como ha hecho otras veces". Price al principio no quiso comentar nada sobre el tema, alegando que hasta que no viera a su mujer realizar esas declaraciones, no iba a creer al periodista. Tres horas después, llamaba para añadir que eso nunca sucedió.

En resumen, la historia del Jesucristo del capitalismo, el hombre altruista que subió el salario a sus empleados a costa del suyo propio para incrementar su felicidad, puede esconder en realidad la historia de un maltratador guiado por la codicia. Quizá todo se aclare cuando se haga pública la charla de su mujer y los juzgados aclaren la demanda de su hermano.