Pymes y Emprendedores
Cuatro emprendedores nos cuentan cómo llegaron antes que nadie al mercado
Con la reciente muerte de Steve Jobs, fundador de Apple, muchos han destacado su capacidad para anticiparse a las necesidades del mercado. Un visionario, han dicho algunos. Un genio, han dicho muchos otros. Y lo cierto es que el éxito de muchos negocios consiste en ofrecer algo que nadie ha ofrecido antes en un mercado determinado, o aportar una novedad dentro de la oferta existente. ¿Qué es emprender? Lea aquí el blog de Óscar Sánchez.
Los cuatro emprendedores que destacamos a continuación también han aportado su granito de arena al mercado. Desde España pero dirigidos al mundo, han sido capaces no sólo de lanzar su proyecto empresarial sino de conseguir el éxito con productos tan variopintos como son los trasteros de alquiler, los vales descuento que enganchan a los clientes, los ratones de ordenador para discapacitados y hasta un dispositivo que permite leer.
Veamos cuáles creen que han sido las claves para anticiparse y triunfar:
Miguel Vicente, de LetsBonus
"Mi obsesión era descubrir cómo utilizar las redes sociales para comprar", explica el fundador y presidente de LetsBonus. En 2009 nacía en Barcelona esta empresa, que importó a España el modelo de los vales descuento. ¿En qué consiste este tipo de negocios? LetsBonus promociona entre los potenciales compradores las ofertas en productos y servicios de sus empresas clientes (unos 2.500 comercios).
Lo más difícil, explica Miguel Vicente, fue "convencer a los primeros comercios de que confiasen en nosotros. Íbamos puerta a puerta proponiéndoles que hicieran descuentos del 50% y que, además, nos diesen una comisión". Ésta oscila entre el 30 y el 50% de los ingresos que consiga el local con la oferta.
Poco a poco fueron sumando empresas asociadas, que veían cómo los clientes repetían y cómo conseguían, además, que el nombre de su empresa se diese a conocer. Según Miguel Vicente, "si un comercio hiciese una campaña equivalente, le costaría unos 300.000 euros".
Salvador Sancha, de Eneso
Este malagueño es uno de los tres fundadores de Eneso, una empresa creada hace tan sólo un año que desarrolla sistemas informáticos para personas que tienen discapacidad. Su producto, Empatía, es un periférico para manejar el ordenador sin necesidad de usar las manos.
Sancha y una de sus socias, Esther García, son ingenieros de telecomunicaciones y responsables del desarrollo de sus dispositivos. Su otra socia (Beatriz Macías) es logopeda y psicopedagoga. Varios de ellos dejaron sus trabajos anteriores en la empresa privada para lanzarse a la aventura de emprender. "Beatriz me comentó que los productos que había en el mercado eran muy caros y estaban obsoletos, y comprobamos que no había ninguna razón tecnológica para ello", explica Sancha.
Su proyecto ya ha tenido sus primeras recompensas. Ha ganado el VIII Premio Junior de Empresas, concedido por el Ayuntamiento de Málaga. Además, ya han vendido unos 350 aparatos Empatía, cuyo precio ronda los 250 euros, y esperan duplicar las ventas para el año que viene. Y por si fuera poco, pronto lanzarán nuevos productos, entre ellos un pulsador que funciona al morderlo y manipularlo con la lengua. La clave de su éxito, según asegura este emprendedor, es "que estamos cubriendo un mercado que, por alguna razón, se ha descuidado mucho".
Por ahora, sus dispositivos se venden en España (muchos de ellos los adquirió la Junta de Andalucía), pero también más allá de nuestras fronteras. "En octubre del año pasado empezamos a hablar con distribuidores de países como Reino Unido, Italia o Finlandia", dice Sancha. Esperan tener 40 distribuidores a finales de 2012. La inversión inicial, explica, fue limitada: "Invertimos tiempo y trabajo, más que dinero".
Alexander Rukensteiner, de Bluespace
Seguro que ha visto u oído en los últimos días algún anuncio de alquiler de trasteros para guardar todo aquello para lo que no tiene sitio en casa. Pues aunque le parezca una moda más o menos reciente, este austríaco montó su empresa, Bluespace, en el año 2002. A Rukensteiner le habían llamado la atención, durante un viaje a San Francisco en 1998, los carteles que anunciaban este tipo de servicios.
En aquel momento, él era el director general en España de una empresa de embalajes, un cargo que acabaría dejando para montar su negocio. Esta compañía ofrece espacios para almacenar muebles, stock de productos, archivos... y todo ello con medidas de seguridad de las que, según aclara Rukensteiner, "carecen los guardamuebles".
Al contrario que otros proyectos, Bluespace precisó una importante inversión inicial, ya que construir y equipar cada centro tiene un coste de entre cinco y diez millones de euros (actualmente tienen 20 entre Barcelona, Madrid y Valencia). Conseguir financiación, como suele ocurrir, no fue una tarea fácil: "Los bancos y los potenciales inversores nos decían que este proyecto no tenía ningún futuro en España".
Al final, un fondo extranjero apostó por ellos. Menos mal. Porque sólo este año prevén facturar 17,5 millones de euros.
Ana Maiques, de Starlab
Esta empresaria tenía sólo 28 años cuando, allá por el 2000, creó Starlab junto a su marido. En realidad, Starlab era una compañía belga para la que ellos trabajaban, gestionando su filial española. Y cuando la matriz quebró, no se quedaron con los brazos cruzados y decidieron comprarla.
"Invertimos casi medio millón de euros", explica Maiques, que aclara que consiguieron financiación de las llamadas 3Ffriends, family and fools). (
Desde entonces, han ido realizando algunas ampliaciones de capital, "pero solamente en función de lo que íbamos generando", aclara Maiques. Entre los productos estrella de esta compañía se encuentra un dispositivo (una especie de casco) que permite leer la actividad cerebral y que resulta útil para estudiar todos los desórdenes relacionados con el sueño, la epilepsia o la hiperactividad. El producto se vende por alrededor de 3.800 euros.
Esta emprendedora asegura que para el crecimiento continuado de la empresa también les han ayudado mucho los programas de investigación en consorcio a través de programas marco de la Unión Europea (son aquellos que financian a varias compañías para que investiguen en grupo un tema determinado). "Nos ha permitido crearnos una red de socios de primer nivel", afirma.