Invertir en startups puede ser una oportunidad interesante en función del perfil inversor y del patrimonio del que dispone. Sin embargo, si se atiende a perspectiva de género, existe una importante brecha. Y es que el porcentaje de mujeres que invierte en empresas emergentes tan solo supone el 10 por ciento del total de los inversores. Pero, ¿por qué se produce esta situación?De hecho, invertir en startups es una opción que muchas mujeres no tienen en cuenta. Esto se debe a diversos factores, siendo el principal el hecho de ser "percibido como un sector poco amigable, poco femenino, para determinados perfiles o mujeres", según ha explicado Amparo San José, directora de la red de inversores de IESE a elEconomista, quien ha participado en la Cámara de Zaragoza en el ciclo de conferencias La economía que viene con su ponencia titulada La inversión ángel: retos para nuevos inversores, en la que ha analizado este tipo de inversores desde una perspectiva de género.Percepción de riesgoAdemás, existen otros factores, ya que entran en juego "elementos de percepción del riesgo y hay gente que confunde la inversión en startup con una especie de burbuja o de pelotazo". Aparte, se observa también que esta falta de mujeres inversoras en startups deriva a su vez de la menor presencia femenina en el mundo del emprendimiento. "Es una limitación".De acuerdo con el Informe Business Angels Aeban 2017 realizado entre más de 600 mujeres de las que el 50 por ciento son inversores y el 50 por ciento son directivas, también se observan otros factores, que además difieren entre las mujeres inversoras y las que no lo son.En concreto, las mujeres inversoras consideran que las otras mujeres no invierten "porque no lo saben y no tienen conocimiento de la inversión angel, no tienen contacto con este mundo y tampoco tienen tiempo para hacerlo", considerando que sí invertirían si tuvieran ese conocimiento.Sin embargo, las que no invertían consideraban que era principalmente por falta de tiempo y/o por estar en un momento profesional o personal que no era el idóneo para invertir. "Es una autopercepción" a lo que se suma "la falta de capacidad financiera para invertir. Viene de una percepción equivocada de lo que es la inversión", declara.El perfil de la mujer inversora es "interesante", observándose algunas diferencias con el del hombre inversor. Por ejemplo, las mujeres que invierten tienen más proporción de startups lideradas por mujeres, aparte de estar más dispuestas a invertir en sectores como la salud, porque "son más sensibles o son sectores de su especialidad profesional" que, por lo tanto, les resultan más conocidos.FormaciónPero tanto inversores como inversoras tienen un factor común, aunque es más importante en ellas: la formación. "En general, las mujeres, antes de involucrarse en algo, tenemos más ansia por profundizar. Las mujeres perciben que necesitan formación y más control de lo que saben hacer", siendo así necesario acercarles la realidad en materia inversora.El IESE viene trabajando en esta línea a través de jornadas y foros de presentación de startups, en las que ofrecen a los participantes las claves para realizar este tipo de inversores, además de acercar estas empresas a las posibles interesadas en invertir.Son eventos en los que también se explica cómo invertir, las principales cláusulas y como diseñar la estrategia teniendo en cuenta las capacidades financieras del interesado, articular la relación futura con el emprendedor o la salida de la rentabilidad, entre otros conceptos, para lo que se sigue una metodología. Además, se pueden conocer casos de éxito de la mano de expertos que tienen varias inversiones exitosas. Todo ello se refuerza con más sensibilización y networking o acompañamiento.