No son muchos los restaurantes que pueden presumir de cumplir tres cuartos de siglos fieles a una cocina en la que el producto local y de temporada y el recetario tradicional son la clave. El Hostal de la Plaça -ubicado en una masía del siglo XVII en Cabrils- es una de esas excepciones. La cuarta generación familiar se ocupa de llevar las riendas de este restaurante y pequeño hotel decorado con mucho encanto -ojo a sus reservados- y en donde reinan los arroces, el bacalao, los guisos, los canelones y un excelente servicio.