Platos imaginativos con toque fusión, impecable ejecución y precios ajustadosLos hermanos Javier y Paco Aparicio están de estreno. Tras el éxito indiscutible de Cachivache Taberna y La Raquetista, con llenos a diario y ya dos referentes en la capital, inauguran ahora Salino, en plena vorágine gastronómica de la zona de Retiro. Un local más amplio que los anteriores, con una cuidada aunque informal decoración en madera y tonos verdes, que resulta alegre, moderna y acogedora. El espacio de la entrada, con am-plia barra y mesas altas para aperitivos o picar algo, es punto de en-cuentro de los clientes y posee una llamativa oferta, principalmente formada por platos de cocina, mu-chos de ellos en la carta del restaurante. Aquí no faltan algunos clásicos suyos como las bravas de Cachivache o su ensaladilla rusa clásica, toda una delicia. Además, ostra y codorniz en escabeche de cítricos, gallinejas en taco Madrid-DF o kebab de cabrito, en una propuesta que también se puede degustar en medias raciones. Javier Aparicio ha volcado en este nuevo local toda su creatividad y buen hacer. Platos sorprendentes e imaginativos, de impecable ejecución y que demuestran su conocimiento de cocinas lejanas (orientales sobre todo) adaptadas al recetario nacional. En sus preparaciones siempre hay alguna sorpresa, que se distingue y distingue. Ya en el comedor, con dos semi- reservados muy agradables y mesas vestidas, la carta comienza con el apartado de "Tapeo madrileño a nuestra manera", que ofrece desde las croquetas de centolla a esos torreznos de La Raquetista, que han hecho historia en la capital y una de sus grandes especialidades. El menú, ordenado en otros cinco apartados- verduras y ensaladas, mar y montaña, arroces y pastas, pescados, carnes-, contiene numerosas propuestas para compartir. Como los dumplings de mogote en manteca colorá o ese cabrito castellano asado a la turca con yogur, acompañado de pepino e hinojo encurtido. La corvina se presenta con mojo verde y las albóndigas con garam masala. Pero todo en su sitio, liviano, fresco, sorprendente… Aparicio demuestra en Salino su rotunda maestría. Los aficionados a los arroces no quedarán defraudados con el de salmorreta y carabineros, elaborado con variedad carnaroli y tipo risotto, aunque menos caldoso. Entre los postres, una originalísima torrija de berenjenas. La carta de vinos, que ha sido seleccionada por Paco Aparicio, contiene más de 70 referencias -muchas de ellas por copas- en una oferta original que recorre unas 22 denominaciones de origen. Eficaz servicio y una estupenda relación calidad-precio. Es imprescindible reservar.