'Apps' móviles como PlenEat venden comida elaborada sin sustancias químicasLa última tendencia entre los emprendedores responsables de aplicaciones móviles es desarrollar fórmulas que permitan garantizar la sostenibilidad en el ámbito alimentario. Proyectos innovadores como PlenEat y Too Good To Goo velan por ese fin. El primero oferta a múltiples compañías una cocina totalmente ecológica, elaborada con productos carentes de sustancias de síntesis química. Por otro lado, Too Good to Goo trata de combatir el desperdicio de alimentos, posibilitando que supermercados, restaurantes u hoteles vendan las sobras de las comidas en lugar de tirarlas directamente a la basura. La cocina ecológica engloba todo tipo de productos alimenticios, como carnes, pescados, verduras, bollería o inlcuso la cerveza. La diferencia con los alimentos procesados radica en su procedencia. "En el cultivo bio los vegetales no se tratan con plaguicidas, herbicidas, insectividas o fungicidas. En la tierra no se usan abonos químicos ni transgénicos, sino que se abona con fertilizantes naturales", explican desde PlenEat. Asimismo, señalan que la sociedad está experimentando una concienciación medioambiental que repercute en el éxito de las iniciativas de carácter sostenible. "La alimentación saludable y ecológica es una realidad. Cada vez comemos con más conciencia y nos preocupa más cómo nos afecta a la salud. España es el primer productor ecológico de Europa y este tipo de consumo ha tenido un crecimiento anual del 24 por ciento durante los últimos tres años", puntualizan. Comercializar las sobras Too Good To Go denuncia que en España se desperdician 7,7 millones de toneladas de comida al año. Como remedio, la compañía defiende su sistema de venta de las porciones sobrantes. Señalan que el beneficio es recíproco para la empresa y el usuario. Mientras que la entidad obtiene ingresos y no está obligada a desechar los alimentos, el usuario puede comprarlos a un precio menor de lo que costaría en el supermercado o en el restaurante. Una alternativa económica de acceder a los productos alimentarios a la que ya recurren más de cinco millones de usuarios en el mundo.