La refinada y sabrosa cocina del chef en un bonito local situado frente al marEn plena milla de oro marbellí se encuentra D. O. Mar, la apertura del verano en esta ciudad costera. Un novedoso restaurante que cuenta con el asesoramiento de tres de los profesionales más reconocidos en nuestro país: el chef Óscar Velasco, el director de sala Abel Valverde y el sumiller David Robledo, quien firma la carta de vinos. El equipo al completo del restaurante madrileño Santceloni -dos estrellas Michelín-, ha seleccionado el personal y diseñado la carta. Una asesoría de campanillas para un restaurante con vistas al mar que cuenta también con una barra y mesas bajas donde degustar cócteles, picar algo e incluso pedir algún plato de la carta fuera de los tiempos de cocina. Su horario ininterrumpido hasta las 2 de la madrugada la convierten en un buen lugar de reunión, con opciones que van desde el caviar Ossetra Gold a las ostras de Marennes, el delicioso queso payoyo o la gamba roja de Málaga. El amplio comedor, de tonos claros y muy luminoso, es el medioambiente perfecto para disfrutar de una nutrida propuesta que en el día a día recae en el chef Paco Varela, quien antes trabajó para Alain Ducasse, Kikuchi o Ramón Freixa. Los pescados del Estrecho, ahora tan de moda por las especiales características de sus aguas -fuertes corrientes, salinidad y temperatura muy especiales-, son los grandes protagonistas de este restaurante que siempre hace un guiño a lo local aunque no renuncia a ejemplares del Atlántico o el Cantábrico. Calamar de potera, corvina, salmonete o sargo son algunas de las piezas estrella de D. O. Mar, muchas veces preparados en una parrilla alimentada por piñas y leña de la zona. En el apartado de carnes se encuentra desde una paletilla de cordero al horno lacada con avellanas y ajo negro a un pichón deshuesado en su propio jugo o buenos cortes de vaca rubia gallega. Elaboraciones sumamente refinadas con el toque genial de Velasco que, como siempre, da suma importancia a la materia prima y logra potenciarla sin disfraces. Una cocina fresca con toques creativos: sopa negra de choco, avellana y piparras fritas o ensalada de caballa flambeada, jalea de manzana y parmesano son dos buenos ejemplos de ello. Y no faltan las frituras, de las excelentes ortiguillas al salmonete. Deliciosos postres, como el borracho de vainilla, brandy y café. La carta de vinos ofrece 130 referencias e incluye sorprendentes etiquetas, originales y desconocidas aún para los iniciados. Se nota la mano de David Robledo en la pujante selección. Eficaz dirección de sala a cargo del maître Ángel David García.