El nuevo proyecto de En Compañía de Lobos sube el listón de su apuesta gastronómicaLleva apenas un mes abierto, pero ya se ha convertido en una de las sensaciones de la ciudad para el verano. No es para menos teniendo en cuenta la carta de presentación de Blue Spot, el último y más ambicioso proyecto de En Compañía de Lobos: 1000 metros cuadrados con los que presumen de ser las mejores vistas sobre la costa de Barcelona, y una carta con los pies en el suelo y los precios bien ajustados. Fiel a la filosofía de este grupo con locales también en Madrid y Mallorca, el espacio acogedor y una cocina bien resuelta se dan por seguras. Pero aquí se ha querido elevar la apuesta para estar a la altura de un proyecto en el que, entre otros socios, también figuran Piqué y Shakira. Pero volviendo a lo importante, de la cocina se ocupan Mariano Citterio y Àlex Duran que, atentos a lo que el público parece demandar últimamente, apuestan por brasa y buen producto estructurados en una carta sin florituras. Una propuesta que mira de cara al mar y al bolsillo porque, pese a estar donde estamos, los precios son muy ajustados con un ticket medio que rondará los 50 euros y que puede estar perfectamente por debajo comiendo muy bien. Los arroces y los pescados son los protagonistas, pero también espacio para algunos platos de pasta que pueden sorprender un poco dentro del discurso. Aunque tal vez el problema sea simplemente esa manía de querer etiquetar espacios y menús en lugar de entender que la idea es que el comensal disfrute, con ese horno de leña que nos recibe a la entrada o con unos rigattoni con tomate, burrata y albahaca. Algún entrante para compartir y un arroz o un pescado puede ser una fórmula perfecta para resolver aquí una comida o una cena y probar, por ejemplo, el sabroso salmonete a la brasa con suquet, o el pescado del día al horno -la carta deja interesantes márgenes a lo que haya en el mercado- servido con verduras. Buenas ostras y tiradito de pesca del día con el toque dulce del maracuyá, sabroso tatín de tomate como alternativa a la ensalada, y brasa y leña que llegan hasta los postres, con unos sencillos y deliciosos fresones con un toque ahumado. El interiorismo a cargo del brasileño Isay Weinfeld consigue dar coherencia y personalidad a los diferentes ambientes de un local que juega con barra, comedores, terrazas e incluso una pequeña piscina que nos aseguran es practicable. Y es que, de noche, Blue Spot cede parte de su espacio a los cócteles de Blue Monkey, convirtiéndose no sólo en el lugar de moda para ir a cenar este verano, sino también para tomar algo con las mejores vistas de Barcelona.