Tras cerrar Celeri, el chef con estrella Michelin estrena negocio propio en la Ciudad CondalLleva suficientes años en activo como para no necesitar presentación. El cierre de Celeri el año pasado fue una de las noticas más comentadas de la ciudad. También el final de Nobook, uno de esos proyectos mediáticos que no acabaron de cuajar. Pero dos malas noticias a veces dan lugar a una buena: desde hace un par de meses Xavier Pellicer ha trasladado su cocina y filosofía al antiguo local de Nobook que, con una estética más elegante y tranquila, es el escenario perfecto de esta nueva etapa. Cambio de local, nombre y propiedad -ya iba tocando tener negocio propio- pero el mismo guion en el que lo vegetal prima sobre la proteína animal. Nada nuevo, porque este chef lleva décadas defendiendo que la cocina vegana o vegetariana puede ser rica, bonita y sabrosa. Y lo cierto es que mantiene intacta su pasión al hablar de alimentos, energías y ayurveda. Unas ideas que, según él, son más que una cuestión de fe y que el comensal notará en la sobremesa y digestión. Los habituales de Celeri se sentirán como en casa y celebrarán que el gazpacho de remolacha y cerezas siga ahí. O el huevo a baja temperatura sobre puré de coliflor que nos recuerda que algo tan humilde puede ser un espectáculo. Los últimos espárragos de la temporada se despiden con un delicioso pil pil de naranja -momento de asomarse a la cesta de pan- y el refrescante pulpo con verduras encurtidas casi dejan en un humilde papel secundario a la carne y pescado -buen producto, preparaciones sencillas- que rematan el menú. La cocina abierta deja espacio para una agradable barra en la que se disfruta viendo a Piero Roncorone -jefe de cocina- moverse con orden entre producto fresco y platos que se cocinan al momento. Nada que ocultar. La sala, con un equipo bien avenido y que en un par de meses ya le va cogiendo el ritmo al nuevo local -siempre hay flecos que el rodaje acabará por pulir- está en manos de Merça Carbonell. Los vinos, con un protagonismo claro de ecológicos, naturales y biodinámicos son cosa de Alberto Pérez. El maridaje es complicado con vinos naturales que evolucionan demasiado, pero la oferta a copas va variando así que lo mejor es ponerse en sus manos y jugar un poco. Además del menú degustación a 49 euros, entre semana también se trabaja con uno de mediodía a 28 euros. Mención aparte merece El Menjador que funciona como restaurante paralelo con solo seis mesas, cocina propia y menú de 99 a 165 euros.