Propuestas que se mueve entre los clásicos alrededor del shushi -Fabiola Lairet, copropietaria y alma de la cocina es una de las pocas sushichefs certificadas del mundo- y la pequeña brasa japonesa que da nombre al local son el secreto del éxito de este restaurante que ya cumple un año. Ubicado en la siempre concurrida calle Enric Granados, y con una acogedora y cuidada decoración, en su renovada carta hay paradas obligadas, como el pulpo al olivo, el nigiri de toro soasado, o unas fresas flambeadas a la pimienta para terminar.