El Círculo de Empresarios apunta la destrucción de una de cada cuatro compañíasEl número de empresas medianas (51 a 250 empleados) se reduce desde el inicio de la crisis en más de 5.000 compañías, una de cada cuatro empresas de ese segmento, con lo que su participación en el tejido empresarial también merma (hasta el 0,6 por ciento desde el 0,8 por ciento de 2008). El retroceso del número de empresas pequeñas (11 a 50 empleados) es todavía más significativo con lo que su peso en el total se reduce hasta el 4,5 por ciento. El segmento de microempresas (menos de 10 trabajadores) es el único segmento que gana participación en la población total (94,8 por ciento en 2017). El Círculo de Empresarios, presidido por Javier Vega de Seoane, presentó ayer el Informe 2017 de La Empresa Mediana Española, una publicación que forma parte de un proyecto iniciado hace 5 años y que desarrolla una serie de trabajos como análisis monográficos, debates, foros con expertos y los análisis de casos de éxito que recoge el Top 50 de la Empresa Mediana Española. La edición 2017, codirigido por Jesús Prieto, amplía el periodo de análisis a 2008-2017 para detectar qué factores vinculados al tejido empresarial español han impulsado la recuperación de la economía tras la crisis. Para realizar estos análisis, el Círculo de Empresarios ha contado con la estrecha colaboración de Informa y BBVA Research. Durante este periodo la pérdida de puestos de trabajo ha sido generalizada, con la excepción de las grandes empresas que ya han recuperado niveles de empleo previos a la crisis. El retroceso total del empleo se cifra en torno a los 2 millones de personas de los que el 50 por ciento corresponde a las empresas pequeñas y el otro 50 por ciento se distribuye a partes iguales entre las empresas medianas y las microempresas. Pérdida de productividad Se agudizan el minifundismo y la polarización del tejido empresarial, pues hay una mayor participación de las empresas de menor dimensión que son las menos productivas y el único segmento que ha registrado caídas de la productividad en la última década. En 2017 se amplía la brecha negativa de productividad de las empresas micro españolas respecto al agregado UE-5 hasta un 50 por ciento. Las empresas pequeñas españolas sitúan su nivel de productividad en línea a la media de la UE-5 y las medianas y grandes superan esta media. En la última década se ha polarizado el tejido empresarial en España y Francia mientras que en Alemania y Reino Unido ganan protagonismo las empresas situadas en el centro de la distribución por tamaños (pequeñas y medianas). En cuanto al análisis económico-financiero de la empresa mediana, se intensifica el proceso de desapalancamiento y la mejora de los resultados impulsa la rentabilidad económica y financiera, según el informe del Círculo de Empresarios. Las empresas medianas consiguen el mayor incremento de productividad desde 2008 lo que permite que cuenten con la cifra de negocios por empleado más elevada. El estudio monográfico que analiza la evolución del empleo permite constatar que en España la destrucción del tejido empresarial y del empleo se concentró durante la recesión en las empresas de dimensión intermedia. Por tanto, se ha destruido una parte importante de la base potencial para mejorar la competitividad basada en procesos de innovación e internacionalización que sólo pueden acometer empresas con cierta dimensión. La recuperación económica posterior ha impulsado el empleo en todos los segmentos de empresas por tramos de tamaño y en todos los regímenes de cotización. Desde 2013 destaca el incremento del número de afiliados en las empresas grandes (35 por ciento del total), pequeñas (23 por ciento) y medianas (18 por ciento). Esta evolución revela que el trabajo autónomo o en las microempresas puede ser un cierto refugio a la crisis, pero este efecto parece debilitarse a medida que la recuperación económica se consolida. El monográfico sobre la Digitalización empresarial, posiciona a España en el lugar número 30 de un ranking de 100 países.