El cambio generacional y la tecnología reestructuran los espacios de trabajoEvitar el síndrome Google -concepto bautizado por Michael Bloomberg, fundador de la agencia financiera Bloomberg y entendido como adicción al trabajo- es lo que se pretende eludir en la nueva sede de Bloomberg en Londres, en cuyos más de 100.000 metros cuadrados no habrá lugar ni para cafeterías ni para comedores. En un concepto totalmente opuesto, y a menos de cinco kilómetros de las oficinas de la agencia de noticias estadounidense, la capital inglesa albergará en los próximos años el nuevo edificio de Google, en el que se prevé la instalación de una piscina, canchas de baloncesto y fútbol sala, un gimnasio e, incluso, un auditorio. Estos ejemplos reflejan los dos polos del debate sobre los requisitos que han de cumplir los espacios de trabajo. En este sentido, Salvador Ibáñez, gerente de Top Employers Institute en España, explica que "las salas de ocio en las oficinas no tienen por qué fomentar la adicción al trabajo, sino que garantizan que los empleados puedan relajarse y desarrollar su jornada en las mejores condiciones". Pero para Bloomberg, lo importante es que sus empleados no pasen más tiempo de lo necesario en la oficina y salgan a la calle, por ejemplo a la hora de la comida. De hecho, Michael Bloomberg declaró recientemente a la publicación londinense Evening Standard que su inención era ir "en la dirección contraria a Google", para no competir con los comercios de la zona y fomentar el consumo de sus trabajadores en los restaurantes, tiendas y gimnasios locales. A partir de las dos posturas se ha de tener en cuenta que la proporción y naturaleza de los servicios que decida ofrecer una empresa dependerá generalmente "del modelo de organización, la cultura corporativa y el número de trabajadores con los que cuente", analiza la experta en recursos humanos y coach, Berta Álvarez, con la finalidad de que "los espacios se diseñen para conseguir una mayor satisfacción, productividad e innovación de los empleados". Por lo tanto, ofrecer todo tipo de servicios no siempre significa un mayor beneficio para los empleados de una organización, ya que "una inadecuada o mala distribución de las oficinas puede causar ruido ambiental que dificulta la concentración y aumenta el estrés", argumenta la experta. Por otra parte, integrar servicios como comedores o gimnasios pueden ayudar a "ahorrar tiempo de traslados y fomentar la conciliación y el sentimiento de equipo", según explica la coordinadora del grupo de trabajo de Psicología y Salud Laboral del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Elisa Sánchez. Además, son necesarios para "facilitar la planificación, ya que cada uno tiene sus momentos de máximo rendimiento laboral. Así, cada persona podrá optar por realizar deporte, descansar o comer en el momento que lo necesite y no cuando lo marque un horario común para todos", argumenta la psicóloga. Una nueva forma de trabajar Lejos de tratarse de una moda empresarial pasajera, "la implantación de buenas prácticas que garanticen el bienestar de los empleados es una clara tendencia entre las compañías mejores empleadoras", analizan desde Top Employers. Este tipo de empresas se caracterizan por promover el bienestar laboral y cuentan, según datos del estudio de Top Employers, en un 72 por ciento con programas de mejora del ambiente de trabajo definidos para toda la organización. En cierta medida, esto se debe, como explica Ibáñez, a que "en el actual entorno económico, caracterizado por una creciente incertidumbre, es esencial que los empleados tengan un alto compromiso y todas las iniciativas relacionadas con su bienestar contribuyen a conseguirlo". De esta forma, se dibuja en el ecossitema empresarial una manera distinta de gestionar a los empleados que podría definirse, según Berta Álvarez como "trabajo y juego". "Consiste en crear mecánicas de juegos y ocio en entornos no lúdicos, y que buscan el objetivo de aumentar el esfuerzo, fidelización y concentración en el trabajo", explica Álvarez, quien relaciona las innovadoras maneras de trabajar con las nueva tecnologías que "afectan tanto a las costumbres, como a los lugares de trabajo". A la influencia tecnológica se puede sumar la irrupción de las nuevas generaciones en el mercado laboral. El 90 por ciento de millennials considera el tiempo de ocio y vacaciones como una prioridad a la hora de buscar empleo, según un estudio realizado por la compañía de recursos humanos Manpower Group. Aun así, un 76 por ciento afirma que sus jornadas laborales llegan a superar las 40 horas semanales -en el caso del millennial español, esta cifra se sitúa en 43 horas-, por lo que espacios de entretenimiento y desconexión integrados en los puestos de trabajo podrían ayudar a conciliar las aspiraciones personales con las profesionales.