La compañía Liip busca ahora internacionalizar la comercialización del dispositivo Los wearables -dispositivos electrónicos que se incorporan en ropa o complementos- son un mercado en plena expansión. De hecho, se calcula que en 2017 se venderán 125,5 millones de productos de este tipo, lo que supone un aumento del 20,4 por ciento en relación a las cifras de ventas de 2016, según datos de la consultora tecnológica International Data Corporation (IDC). Además, se trata de una tecnología con multitud de aplicaciones. Desde el uso en el ámbito deportivo -con camisetas que analizan el ritmo cardíaco-, hasta el bienestar, como es el caso de Liip, una compañía que ha lanzado al mercado una pulsera que permite recoger datos sobre el estado de salud de niños hasta siete años. Se trata de Liip Smart Monitor, un dispositivo inteligente que "mide las principales constantes vitales, como son la frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno en sangre y temperatura, ayudando a los padres a identificar cualquier anomalía a través del móvil o tablet", explica Héctor Llorens, cofundador y director ejecutivo de la empresa. De esta forma, la pulsera puede conectarse a dos aplicaciones móvil, Liip Care -notifica a los padres acerca de situaciones que pueden constituir un peligro para la salud-y Liip Pediatras -para que expertos médicos puedan acceder a los datos de sus pacientes para precisar el diagnóstico y seguir la evolución de un tratamiento o enfermedad-. "Revolucionar el mercado" Con la intención de "revolucionar el mercado de las tecnologías ponibles aplicadas al sector salud", amplía Llorens, hace tres años se puso en marcha el proyecto. En los comienzos contaron con el capital inicial de los socios fundadores para el desarrollo de un prototipo funconal. Así, el ingeniero técnico en Informática de Sistemas, recuerda que "a partir de ese momento, realizamos una ronda de financiación con familiares, amigos y conocidos de la cual obtuvimos 175.000€euros; después realizamos otra pequeña ronda de 45.000€euros y, posteriormente, obtuvimos ayudas de financiación pública por parte del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Neotec y de la Empresa Nacional de Innovación, Enisa". A pesar de las ayudas económicas para desarrollar el proyecto, para Llorens ha sido un "complejo reto tecnológico", en el que han tenido que buscar la colaboración de instituciones, tanto del ámbito tecnológico -en este caso, el Instituto Ai2 de la Universidad Politécnica de Valencia- como de la comunidad médica. De cara al futuro, desde Liip quieren "desarrollar un ecosistema de nuevos gadgets y wearables que se complementen", además de "realizar una internacionalización para llegar a todas aquellas familias que necesitan una tranquilidad adicional en su día a día", concluye Llorens.