Por el contrario, casi el 38% de las madres lo solicita según el estudio publicado por el Observatorio Social de 'laCaixa'El 37,7 por ciento de las madres solicitó una reducción de jornada o trabajar a tiempo parcial al reincorporarse a sus trabajos tras la baja maternal, opciones elegidas solo por el 4 por ciento de los padres, según un estudio publicado por el Observatorio Social de laCaixa. Asimismo, el informe, realizado por J. A. Fernández-Cornejo, Sabina Belope-Nguema, Lorenzo Escot y Eva del Pozo-García, todos ellos de la Universidad Complutense de Madrid, revela que las diferencias en la adopción de otras medidas de conciliación también fueron importantes: el 9,37 por ciento de las madres pidió más flexibilidad horaria, frente al 3,8 por ciento de los padres, y el 7,49 por ciento de las madres solicitó un cambio de turno, una opción por la que se inclinó tan solo el 3,2 por ciento de los padres.Falta de sensibilidadEl estudio examina también las causas de las diferencias de género para optar por estas medidas y concluye que la falta de sensibilidad de las empresas es una de las barreras que inhiben a los hombres a la hora de conciliar. De esta manera, el 54,4 por ciento de hombres y el 60,5 por ciento de mujeres encuestados esgrimen que en su empresa se considera "más natural" que una madre solicite un permiso, excedencia o una reducción de jornada para el cuidado de los hijos que el que lo haga un padre. Para hacer frente a estos datos, los autores proponen políticas de recursos humanos que faciliten y animen a los padres a utilizar los nuevos permisos de paternidad más largos, así como llevar a cabo una estrategia de ejemplaridad, fomentando que los directivos varones también usen estas medidas así como procurar que la cultura de la conciliación llegue también a los mandos intermedios de las empresas.Más allá del entorno de trabajo, existen otros elementos que favorecen que un padre trabajador se sienta con capacidad para utilizar las medidas de conciliación. Estos factores son individuales, como el nivel de educación alto, pareja con empleo a tiempo completo o actitudes de género igualitarias, pero también políticos y sociales, como permisos de paternidad más extensos o una situación favorable de la economía.