En un verano especialmente caluroso, las altas temperaturas se convierten en el gran enemigo de la productividad laboral, pudiendo llegar a afectar a la salud y bienestar físico de aquellas personas que desarrollan su actividad en el exterior.En estos casos, el calor contribuye a disminuir la capacidad de percepción, atención y memoria, así como también puede agravar problemáticas previas relacionadas con la piel o el sistema respiratorio, entre otras patologías.Pero, además, las altas temperaturas también pueden afectar a los trabajadores en espacios interiores. "Es importante ser conscientes de que el calor afecta al desarrollo del trabajo", advierte Ana Romeo, directora de RRHH de Cigna España. "Debido a las altas temperaturas, no se descansa bien, y es posible que la fatiga irrumpa en nuestra jornada laboral, disminuyendo nuestra productividad", indica.Pautas a seguirDesde la compañia señalan varias pautas que es importante seguir para minimizar el impacto de las altas temperaturas en el rendimiento laboral.Uno de los aspectos básicos es controlar la temperatura. La temperatura ideal en verano en la oficina, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, se sitúa entre los 23 y 26 grados.También es recomendable ajustar los horarios. En aquellos que se desarrollan al aire libre es importante comenzar a trabajar temprano y parar cuando el calor es más fuerte (de 12.00 a 18.00), ya que se pueden producir mareos, insolaciones o pérdida del conocimiento. Por su parte, en los trabajos que se realizan en espacios interiores, ajustar los horarios es una buena medida que permite ahorrar energía de los aires acondicionados y facilitar el descanso en esta época.Facilitar a los empleados trabajar desde casa es otra opción para luchar contra las altas temperaturas, manteniendo su productividad y eficiencia. Por otro lado, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, para prevenir problemas de salud asociados a las altas temperaturas, es primordial beber mucha agua o líquido sin esperar a tener sed. Por ello, será necesario asegurarse de que se cuenta con dispensadores de agua para todos los trabajadores. En caso de que no haya un lugar de trabajo continuado, se deberán proveer botellas para la correcta hidratación.Por último, también hay que asegurarse de que los puestos de trabajo estén adaptados a las altas temperaturas, no solo con aparatos de aire acondicionado, sino con instrumentos como persianas o ventiladores que ayuden a paliar el exceso de luz y calor y que puede generar malestar.