Fútbol
Así desnudó Cristiano Ronaldo a los servicios médicos del Real Madrid
EcoDiario.es
Cristiano Ronaldo acapara todas las miradas de un Real Madrid que tiembla ante su posible ausencia frente al Manchester City en la vuelta de las semifinales de la Champions League. El delantero luso se sometió ayer a unas pruebas en la clínica Rúber Internacional, centro distinto al que usa habitualmente el Real Madrid. Quería obtener una segunda opinión médica alejada de la que le proporcionan los galenos del equipo merengue. Cristiano, sencillamente, no se fía de ellos. Su desconfianza viene de lejos y el lunes, en Manchester, creció un poco más si cabe después de que el propio delantero los dejara en evidencia en Manchester.
Cuenta el periodista Juan Gato que después del entrenamiento en el Etihad Stadium, sesión que CR7 no pudo completar por estas molestias, el futbolista pidió una primera opinión independiente de la que le habían dado los médicos del Real Madrid.
Es así como, el martes, a escondidas de miradas indiscretas, Cristiano abandonó el hotel de concentración blanco para acudir a un centro hospitalario donde trabaja un profesional de la confianza del futbolista y con el que mantiene buena relación desde sus años en el United.
Allí, este especialista le realizó más pruebas y descubrió que, efectivamente, había indicios de lo que se podía considerar una pequeña rotura de fibras. Fue entonces cuando Cristiano Ronaldo explotó y volvió a mostrar su gigantesco malestar con los médicos merengues. No es nada nuevo.
Las diferencias entre los jugadores y el jefe de los servicios médicos del Real Madrid vienen de lejos y en el caso de Cristiano Ronaldo, ya han protagonizado roces importantes.
Así, hace dos temporadas, en la previa de la ida de semis contra el Bayern de Múnich, el doctor Olmo desaconsejó su presencia en el terreno de juego. Cristiano finalmente jugó y tras el partido, le lanzó un recado. Una ronda antes, en cuartos de final, estalló el conflicto después de que los médicos diagnosticaran una lesión que, posteriormente, acabó siendo otra totalmente distinta.
En aquella ocasión, Cristiano también acudió a otro médico, esta vez en Oporto, para conseguir una segunda opinión médica, una de la que se fiara más que de la de los médicos blancos.