La realidad del Nou Camp Nou: el Barça necesita un 'milagro' económico para iniciarlo a tiempo

El FC Barcelona presentó ayer cómo será el Nou Camp Nou, esto es, cómo será su estadio una vez se acometa la ambiciosa reforma que debería cambiar radicalmente su aspecto y funcionalidad allá por 2021. Una fecha que está en peligro porque todo el proyecto depende, a día de hoy, de superar dos notables problemas económicos.

El primero, reducir la deuda blaugrana de los 328 millones de euros que posee actualmente hasta los 200 millones, cifra que, se estima, es la recomendada para iniciar un proyecto como éste. 

Por encima de estas cantidades, el nuevo Camp Nou supondría un suicidio 'económico' y, por ende, deportivo. Así lo ven los propios directivos. Cabe recordar que el club pretende comenzar las obras a finales de la próxima temporada, la 2016-2017. Es decir, que deberá recortar su deuda en 138 millones en apenas un año. 

Además, el Barça también está buscando un nuevo patrocinador que ponga nombre al estadio (no habrá, por lo tanto, homenaje directo a Johan Cruyff mediante esta vía) y que financie, mediante esta estrategia de 'naming' una obra con un coste elevado.

Ayer Josep María Bartomeu, presidente de la entidad, confirmó que el coste será de unos 600 millones de euros y para financiarlo, añadió, los abonados no pasarán por caja. Los abonos, dijo, mantendrán su coste y sólo subirán en función del IPC.

Así pues, y aunque en la Ciudad Condal son optimistas, el club deberá resolver estos dos importantes escollos si no quiere retrasar las obras o incluso modificar el proyecto.