La doble maldición de Cristiano Ronaldo que amenaza al Real Madrid en Roma

Vuelve la Champions League. El Real Madrid juega este miércoles la ida de octavos de final de la máxima competición europea. Lo hará en Roma frente a un equipo, el 'giallo-rosso', que es, a priori, inferior a los merengues. Pero en la capital no se fían. Primero, por su maldición italiana. Hace 29 años que no tumban a un conjunto transalpino en una eliminatoria a doble partido. La victoria ante la Juve en la final de la Séptica (1998) es la excepción que confirma la regla. Además, el Real Madrid sufre otra maldición (ésta doble) que afecta a uno de sus integrantes. El más destacado. El más ilustre.

Pesadillas a la romana

Cristiano Ronaldo no mantiene un buen recuerdo de Roma. Es la primera parte de esta suerte de condena. Sí, es verdad que su balance contra los italianos (siempre jugando con el Manchester United) es de tres victorias y una derrota.

Sí, también es cierto que en Roma marcó un golazo de cabeza para sentenciar una eliminatoria europea cuando todavía era un 'diablo rojo'.

Sin embargo, es en Roma donde guarda uno de sus más amargos recuerdos como futbolista. Fue allí donde, en 2009, se disputó la final de la Champions, esa que midió a la escuadra entonces dirigida por sir Alex Ferguson y al Barça de Guardiola. Aquel Pep-Team que conquistó el triplete. Los culés lo certificaron tras vencer 2-0 ese día. Dieron un baño al United en el que fue último partido de Cristiano con los de Old Trafford. Y lo jugó, por cierto, vestido de blanco.

Sequía lejos del Bernabéu

Pero es que este año Cristiano Ronaldo arrastra otra maldición. La de no ver portería lejos del Santiago Bernabéu. En Liga sólo ha hecho dos dianas fuera de los límites del Paseo de la Castellana. En Champions ha anotado cuatro tantos fuera de su feudo, frente al Schaktar y al Malmoe, pero se le ha resistido una de las grandes plazas del fútbol continental: el parque de los príncipes.

Así pues, de los 32 goles que ha logrado la estrella merengue, sólo seis han sido fuera de su estadio. El último data del 29 de noviembre. Dicho de otro modo, cuando el colegiado pite el inicio del Roma - Real Madrid de este miércoles, Cristiano habrá acumulado 80 días sin perforar una portería contraria fuera de casa.

Una 'maldición' con la que el portugués está obsesionado y que espera romper este mismo miércoles para, de paso, sacarse la espina de aquella final de Champions y ayudar a romper el maleficio italiano que lastra a su equipo.

Sería lograr, de una tacada, tres objetivos en uno. Sería, en definitiva, la mejor manera de certificar que el verdadero Cristiano ha vuelto, tal y como dejaron entrever el pasado sábado sus dos goles al Athletic y las declaraciones de Zidane en sala de prensa.