Fútbol
Cristiano Ronaldo y el Real Madrid, cascada de roces rumbo al divorcio total
EcoDiario.es
El Real Madrid ha vuelto a recuperar el buen juego. Con Zidane en el banquillo, los blancos deslumbran sobre el terreno de juego y los problemas de vestuario, eso que enfrentaban a Benítez y la casi totalidad de la plantilla, se han esfumado. Un panorama 'idílico' rumbo a la remontada en Liga y Champions en el que emerge una importante excepción que rompe la norma. Los desencuentros entre Cristiano Ronaldo y el Real Madrid continúan y apuntan a un 'divorcio' definitivo a final de temporada, cuando los caminos de ambos podrían separarse tras siete temporadas.
El último capítulo de estas fricciones nacieron en plena euforia por el triunfo ante el Espanyol. Después de golear 6-0 a los pericos, Cristiano Ronaldo habló en la flash interview de Canal + Partidazo y ahí, ante las cámaras, sin que nadie le presionara para dejar un titular, se explayó. Primero abrazó el 'zidanismo' que reina en el palco del Bernabéu y en el madridismo en general.
"El equipo trabaja muy bien. Zizou ha hecho un trabajo fenomenal. Me siento mejor mucho más en forma. Hemos ganado con una marcador amplio y todo ha salido bien". Sí, Zidane es lo mejor que le podía haber pasado al equipo tras la salida de Benítez, pero a este mensaje de Cristiano le siguió otro. Y éste no sentó demasiado bien en el seno de equipo merengue.
"A mí y a todo el equipo nos hacía falta trabajar. Lo necesitábamos porque la pretemporada no fue buena, con muchos viajes", afirmó el luso en un doble mensaje dirigido, en primer lugar, al ex técnico, a Rafa Benítez y, en segundo lugar, a la directiva blanca por su forma de organizar la preparación.
Un mensaje que, dicen en Concha Espina, podría aceptarse de no ser porque no es la primera vez que desde que está en Madrid el equipo ha realizado una pretemporada similar. Pero entonces no se le oyó criticar nada en absoluto sabedor, quizá, de que su sueldo (y el de toda la plantilla) sale en parte de estas giras y viajes.
¿Por qué ahora sí que puso en tela de juicio la preparación? La respuesta, apuntan desde el Bernabéu, es clara: Cristiano tiene abierto un enfrentamiento latente con los mandatarios y en esa línea se mantendrá hasta que se resuelva su futuro, sea para quedarse, sea para marcharse.
En este sentido el elenco de roces es notable. Por ejemplo, al luso no le ha gustado que el Real Madrid se muestre tan receptivo a la llegada de Neymar y que piense que él, que CR7, debe ser el 'sacrificado' de la BBC para dejar entrar al brasileño en caso de que se pudiera acometer el fichaje.
Tampoco le ha sentado demasiado bien que se haya sabido que el Madrid intentó el fichaje de Messi hasta en tres ocasiones o que, ante la sanción de FIFA, el club (que no Zidane, defensor del ariete) haya adoptado un doble mensaje.
Si se puede fichar este verano, CR7, apuntan en Madrid, debe salir para dejar paso a caras nuevas. Si, por el contrario, el veto se mantiene en el próximo mercado estival, hay que retenerlo para no debilitar al equipo.
Claro que en este sentido no es sólo el jugador el que está enfadado con la entidad. El Real Madrid también está molesto por algunas de las actitudes del luso. Por ejemplo, con su evidente enfrentamiento con Benítez y que acabó con la salida del técnico.
O la cascada de declaraciones que dejan la puerta abierta a su marcha, algo que ya le reprochó en público, y ante las cámaras, Florentino Pérez. Fue en la previa del Real Madrid - PSG.
Aquello indignó a Cristiano y marcó un punto de inflexión en las relaciones de ambos. Relaciones, por cierto, ya bastante rotas desde que la directiva decidió despedir a Ancelotti y nombrar a un entrenador que no quería Cristiano (Rafa Benítez) como sustituto.
También hay desencuentros que van más allá de lo deportivo, como las dudas que se lanzan desde el club al estilo de vida privada del ariete o el malestar que provocó su prolongado silencio consecuencia de su polémica fiesta de cumpleaños.
Es así que, gota a gota, paso a paso, se alargan las distancias entre dos partes 'condenadas' a entenderse hasta final de temporada o hasta que queden opciones ganar algún título. Después, cuando acabe este curso, se verá si esa obligación de concordia salta por los aires hasta convertirse en divorcio, salida del delantero incluida.
Un escenario que no es la primera vez que vive el Madrid en los últimos tiempos. Despedidas como las de Casillas, Di María, Özil, Higuaín, Raúl o Guti (por nombrar las más destacadas) también terminaron con un final poco feliz.