Fútbol
Raúl: "Cuando el Barça gana la Champions me alegro porque es un equipo español"
EcoDiario.es
Raúl González Blanco, ex capitán del Real Madrid, ha dejado el fútbol y se ha pasado a los despachos. Como nuevo country manager de La Liga disfruta de su deporte en la distancia. Dice que no tiene prisa por decidir qué hará en el medio-largo plazo y que aun no sabe si el gusanillo de ser entrenador le arrastrará hasta los terrenos de juego otra vez. También desvela su condición de madridista, pero no de anti culé. "Cuando el Barça gana Copas de Europa me alegro porque es un equipo español", afirma.
En una entrevista en exclusiva realizada junto a su mujer, Mamen Sanz, en la revista Vanity Fair, el '7' no se esconde al admitir que no desea la derrota del eterno rival blanco. "Cuando ellos ganan Copas de Europa me alegro, al final es un equipo español y no he tenido ninguna duda de proclamarlo públicamente. ¿Por qué voy a desear el mal a alguien? No entra dentro de mi forma de ser", afirma.
Según Raúl, la rivalidad es algo natural y necesaria que no debe pasar ciertas barreras. "He paseado mil veces por Barcelona con Mamen y la gente nos trataba maravillosamente. La rivalidad ayuda a los dos clubs: el Barça no sería sin el Madrid y viceversa. Se necesitan mutuamente", comentó.
El segundo máximo goleador en la historia del Real Madrid insiste en que, por ahora, no tiene prisa en volver a la capital. No sabe qué hará y si, de vuelta a Madrid, querría sentarse en el banquillo o en el palco.
"Me lo dicen, me quieren empujar. Necesito mi tiempo. Mi vida ha sido tan clara, ahora tengo que pensar, ver si echo de menos competir. Tengo un proyecto de formación, aprender lo que rodea al fútbol: dirección deportiva, negocio. Es un periodo de hacer cosas sin ninguna presión para decidir qué me gusta y en unos años regresar a Madrid", insiste.
En el plano de las confesiones, Raúl también desvela lo mal que lo pasó en sus últimos años en el Real Madrid. Deseaba retirarse en Concha Espina, pero le fue imposible.
"He sido muy feliz allí, mis mejores años. Pero hubo un momento en que no disfrutaba. Cuando eres el capitán, llevas mucho tiempo y hay cambios de presidentes... Perdía energía en otras cosas y no estaba fresco en el terreno de juego. Además, a veces tu cabeza quiere, pero el cuerpo no te da... Jugaba con dolor. Llega un momento en que siempre te duele algo, te levantas por la mañana y piensas: Ay, ¿cómo voy a ser capaz de jugar?", desvela.
Ahora, con la distancia que le otorga sentirse ex jugador, señala alguno de los males que afectan a su Real Madrid. Por ejemplo, la carencia de ciertos valores, que, según su visión, deberían ser trasversales y afectar no sólo al vestuario, sino también a los directivos. ¿Dardo a Florentino Pérez?
"El club debe dar ejemplo y transmitirles su espíritu a los jugadores. El Madrid es un club muy grande, con unos valores, y sus jugadores y trabajadores deben estar en esa línea. Y el que no esté, no tiene cabida. Pero hay que marcar esas líneas muy bien", matiza.
Dentro de esos valores, insiste, está el de educar a los futbolistas para que no se conviertan en millonarios irresponsables, sino que hagan frente a los valores que se le suponen.
"De niño me fijaba en la gente que hacía las cosas bien, en Butragueño. Te podía gustar o no como jugador, pero las madres lo querían para novio de sus hijas. Los niños están ahí observando todo, repiten y hacen los gestos de los jugadores... Pero también a veces nosotros somos niños, hay niños de 20 años, de 25, no te dan un curso para enseñarte a tener mucho dinero, a poder comprarte lo que te da la gana, a que todo el mundo te alabe", responde preguntado por los líos extradeportivos de Benzema o los de Messi.