Fútbol
Zinedine Zidane somete a James Rodríguez ante la sombra de Isco
EcoDiario.es
Con el cambio de entrenador en el Real Madrid, uno de los primeros análisis que salían casi sin pensar era que James Rodríguez recuperaría el terreno perdido en las alineaciones. Jugador del gusto de Zinedine Zidane, el colombiano había permanecido en un discreto segundo plano con Rafa Benítez. Pero el primer partido con el nuevo técnico no cambió su situación, que podría prolongarse todavía un poco más.
Según informa ABC, existe un sentimiento generalizado en el Real Madrid a favor de la vuelta del mejor James, ése al que tanto se ha añorado de menos en Concha Espina en unos meses en los que el conjunto no ha terminado de carburar. Se piensa que con el '10' a pleno rendimiento, otro gallo habría cantado. Por eso se tiene tanto interés en que el cafetero vuelva a su máximo nivel.
No obstante, que James recupere sus mejores prestaciones no le garantizará una titularidad imperturbable, todo lo contrario: tiene pensado, cuando eso ocurra, que se reparta las apariciones con Isco Alarcón. El malagueño, renovado de esperanzas y cargado de la confianza del entrenador, se interpone de nuevo entre James y el estatus de innegociable del que gozaba la pasada campaña.
La vida en el Bernabéu es muy diferente ahora para el jugador que se ganó con trabajo y goles el cariño de una grada que asistió un tanto sorprendida al gasto de 80 millones de euros por él en verano. Se sospecha de su estado físico e incluso de su entorno. Sometido a demasiados vaivenes mediáticos, el futbolista se ha resentido.
El tiempo en el banquillo con Benítez le ha hecho quedar ligeramente al margen. Además, la casualidad ha querido que sea un valedor de Isco el que haya llegado al banquillo. A pesar de que Zidane es un claro defensor del buen juego de toque, eso no asegurará la primacía del '10'. Será un trono compartido.
Es lo que le queda a James, aceptar la nueva situación y acoplarse a la realidad que ahora impera en el club. En las oficinas y en el banquillo se le sigue echando de menos. Aunque ya se haya acabado la etapa en la que el jugador era absolutamente insustituible.