Rafa Benítez se harta y planea un giro radical en el funcionamiento del Real Madrid

La nueva derrota del Real Madrid ante un rival de enjundia ha puesto otra vez sobre aviso a Rafa Benítez. El técnico ya lo pensó cuando perdió ante Sevilla y Barcelona, y el partido en El Madrigal ha confirmado sus sospechas. La intención de dar un golpe sobre la mesa parece cada vez más clara.

Cuenta ABC que ante la marcha del equipo, el técnico ha ideado varias medidas a tomar para acabar con los males que cree que afectan a la plantilla. Algunas de ellas suponen una ruptura respecto a lo visto anteriormente en la entidad, pero el enfado del entrenador es de aúpa.

Lo primero será establecer de forma definitiva a Gareth Bale en el sistema del equipo. La zona elegida es la de la banda izquierda, y ayer ante el Villarreal se observó la tendencia: el galés comenzó partiendo desde la derecha, donde fue intrascendente, y terminó en su lado opuesto, posibilitando varios centros de peligro.

También trabajará con el tema de los remates, algo en lo que siempre se ha escusado cuando se le ha acusado de técnico conservador. Las cifras goleadoras están muy por debajo de las del año pasado, y Benítez pretende que los disparos se hagan rápido, al primer toque. Habrá mucho entrenamiento al respecto.

Lo último no deja de ser importante: Benítez tiene su as oculto y se llama Lucas Vázquez. El entrenador piensa introducir al canterano porque piensa que aporta un debsorde que no se ve con los titulares. Esta inclusión se encuadra en la táctica por meter a los hombres más competitivos independientemente de su nombre. También Isco podría tener minutos en función de esta manera de proceder.

Éstos serían los primeros pasos a dar por el entrenador blanco. Tampoco se descartan nuevas medidas, pero por el momento las anteriormente enunciadas se prevén suficientes para que el equipo perciba que hay que cambiar cuanto antes la situación. Benítez no puede esperar más: necesita un cambio. Y ha pasado al ataque.