Fútbol

Las "imbecilidades" aumentan la agresividad mediática de Rafa Benítez en el Real Madrid

    Rafa Benítez, en un partido en el Santiago Bernabéu. <i>Imagen: Reuters</i>.

    EcoDiario.es

    Con un tono poco frecuente en él, Rafa Benítez hablaba ayer en una entrevista a Radio Nacional de España sobre una información que había surgido en esta semana sobre sus obsesiones, entre ellas, prohibir a Sergio Ramos beber cerveza para poder pasar un control antidoping.

    "Qué imbecilidad decir que le prohíbo la cerveza a Sergio Ramos", dijo el entrenador con un deje de hastío en la voz. Poco a poco, el semblante del entrenador va mutando hacia un cansancio sobre todas las noticias que aparecen desentrañando supuestos secretos de su estilo o del vestuario y las relaciones dentro de él. Se percibe un aumento de la agresividad cuando los medios de comunicación están de por medio.

    El técnico asume la realidad que constituye ser entrenador del equipo con más ruido mediático del universo fubolístico. Pero, en paralelo, se rebela contra situaciones que observa injustas, o simplemente, como él definió, "imbecilidades".

    De forma progresiva, el paso del entrenador por los medios de comunicación ha ido dejando pequeñas píldoras que han aumentado con el paso del tiempo, llamando la atención sobre las desinformaciones sobre el equipo que contribuyen a intoxicar el ambiente, en la línea de ese enemigo exterior al que también se refirió Florentino Pérez en la 'tourné' que ofreció a las diferentes radios a principios de septiembre.

    No han sido pocas las frases de Benítez en los últimos tiempos apuntando a la prensa: "Hay gente a la que no le interesa que el Madrid esté ahí arriba", "lo único que me sorprende sois vosotros, el énfasis que pones en cada palabra, si la coma va delante o detrás", términos como "desestabilizar" o "inventar"...

    En definitiva, un aviso claro a navegantes: que a pesar de lo que suceda en el campo, cree saber que existen intenciones oscuras en alguna que otra información sobre él o el vestuario. Una bola que ha ido aumentando su tamaño con el paso de las noticias publicadas y las comparecencias ante los medios. El exabrupto espontáneo lanzado a los micrófonos de RNE es solo una muestra más.