Fútbol
Otra noche negra para José Mourinho
EcoDiario.es
José Mourinho vivió anoche un doble varapalo en el inicio de la 3ª jornada de la Champions League. El técnico portugués vio como su equipo, el Chelsea, no lograba pasar del empate a cero frente al Dinamo de Kiev. Este resultado deja algo más complicada su clasificación para octavos. Los 'blue' son terceros con cuatro puntos, a uno del Dinamo y a tres del líder, el Oporto de Lopetegui. Los 'dragones' vencieron al Maccabi de Tel-Aviv (2-0) y, de paso, ayudaron a que su entrenador superase el récord del propio Mourinho. El español superó las 20 victorias consecutivas que tenía como mejor marca 'The Special One'.
Para colmo, Iker Casillas, uno de los 'enemigos' que se ha ganado Mourinho en el fútbol de élite tras su convulso periplo en el Real Madrid, también logró superar a Edwin Van der Saar como el arquero que más veces ha visto como su portería se quedaba imbatida en la historia de la Champions League, con 51 duelos sin encajar ni un sólo gol.
Con todo y con eso, las noticias que llegaron desde Portugal no fueron las peores para Mou. La peor fue la que le volvió a dar su equipo, un Chelsea incapaz de hacer gol que empieza a vivir cada día más de los errores de los rivales.
Así venció en la última jornada de la Premier League. Y si los rivales no conceden, le cuesta ganar. Por eso ayer no anotó ni un sólo gol. Pudo hacerlo en una jugada en la que se cometió un posible penalti sobre Cesc Fàbregas.
Pero el esloveno que pitaba el partido, Damir Skomina, no señaló nada, algo que enfadó a Mourinho en sala de prensa, quien lo calificó de "ingenuo y débil".
Lo dijo con una media sonrisa, toda vez que no son palabras suyas, sino de Arsene Wenger. El entrenador reprodujo las declaraciones de su colega francés como una especie de crítica a su sanción por la Federación Inglesa.
La FA le impuso 67.000 euros de castigo por cargar contra los colegiados que pitan a su Chelsea. Ese castigo no se lo impusieron a Wenger por el uso de esa frase. De ahí su mofa.
Fue la única vez que sonrío el técnico en otra noche negra que, como él mismo ha dicho en ocasiones anteriores, se inserta dentro de su peor momento como entrenador profesional en la última década.