Crece el hartazgo del vestuario del Chelsea contra José Mourinho

El vestuario del Chelsea empieza a estar harto de su entrenador, José Mourinho. Ya en el comienzo de temporada los futbolistas 'blue' filtraron su descontento con 'The Special One' por su gestión del grupo.

Un malestar que, según 'The Guardian', ha crecido y se ha disparado tras la derrota del pasado martes en Oporto. La ausencia de la convocatoria de Oscar, Falcao o Remy y la presencia en el banquillo de Hazard o Matic (amén de Terry) crearon un caldo de cultivo poco propicio para el entrenador quien, además, cargó de nuevo contra sus futbolistas después de la derrota.

Cuenta este diario británico que los futbolistas se consideran cada vez más chivos expiatorios de los errores de su técnico. Mourinho nunca es culpable de nada más que de los éxitos. Los fracasos, argumentan, sí que tienen dueño: la plantilla.

Una plantilla que, además, ve con asombro como se gestionan algunos cambios y rotaciones. De las antes mencionadas, algunas guardan tensiones escondidas. La más destacada es la de Terry. El capitán blue (lo jugó todo el curso pasado en la Premier) fue suplente en Do Dragao. En un momento, saltó a la banda para calentar, pero no jugó ni un sólo minuto. El tiempo que duró su calentamiento sirvió para que la grada de los hinchas del Chelsea desplazados dictaran sentencia a favor del futbolista y en contra del técnico. "Queremos a nuestro capital de vuelta", gritaban.

Su suplencia, filtran desde el interior del grupo, no se entiende más si cabe teniendo en cuenta que sus actuaciones no han sido tan malas como, por ejemplo, las de Miroslav Ivanovic. El lateral izquierdo serbio lo ha jugado casi todo pese a que su nivel está muy por debajo de lo habitual y pese a tener en la plantilla a Baba Rahman, un defensa zurdo que, pese a haber costado más de 20 millones de euros, sigue sin contar para el luso.

Tampoco se comprendió mucho el 'castigo' al que sometió Mourinho a Matic y Hazard después de perder contra el Everton. Los dos fueron suplentes y cuando saltaron al terreno de juego, la remontada fue imposible. El luso insistió en que no les había punido por su actuación en Liverpool. Su presencia en el banquillo, se justificó, fue por motivos deportivos que tampoco aclaró.

Mientras, colea el apoyo cerrado del entrenador a Diego Costa pese a la sanción de la FA. Su sustituto este fin de semana, Radamel Falcao, no ha gozado de muchas oportunidades.

La paciencia del grupo, parece, se va acabando. Sólo falta saber cuánto tardará en contagiarse esa impaciencias a las gradas de Stanford Bridge y de su palco, donde Abramovich contempla preocupado esta situación.