Los descontentos del Barcelona le crean un problema a Luis Enrique

Con el triplete en el bolsillo y el deseo de conseguir la gesta del segundo sextete, el Barcelona ya está en Los Ángeles en el primer viaje largo de pretemporada. Allí llegan las últimas noticias de un mercado de fichajes que se prevé movido en cuanto a las salidas. Eso le crea un problema a Luis Enrique.

Porque los jugadores descontentos con los minutos disputados reclaman su derecho a jugar más en otro club. Primero fue Montoya, más tarde Deulofeu. Ambos se marcharon porque sabían que Luis Enrique no les podía dar los minutos que necesitaban. Pero hay más.

El primero de ellos es Pedro, y sobre el canario poco hay que escribir que ya no se sepa. Ante la cantidad ingente de candidatos, solo habría que esperar a la charla entre el jugador y el club, que podría acceder a los deseos del delantero. Así, un puesto se quedaría vacante en el ataque.

Adriano también está cerca de decir adiós. El lateral tiene una oferta de la Roma encima de la mesa, y todo parece indicar que terminará en un acuerdo que rondaría los ocho millones de euros. Un hueco más en la nómina de laterales, que se quedaría en tres hasta la llegada de Aleix Vidal.

Ante la imposibilidad de fichar, el Barcelona puede temblar con cada salida, por muy secundarios que puedan ser los perfiles de los jugadores que se vayan. El hecho de que no haya refuerzos (al menos hasta enero) deja al equipo colgando en algunas zonas si se producen lesiones.

Es el caso del ataque, que sin Pedro se queda limitado a Munir y Sandro como opciones de banquillo. Los dos prometían mucho, pero su papel en este curso ha ido bajando progresivamente. En este momento, hay un mundo de diferencia entre ellos y la MSN. Además, si se va Pedro, frenaría la cesión de uno de los dos. Es previsible que la rotación (tradicional en un equipo de Luis Enrique) se reduciría mucho en la delantera, viendo el cambio de nivel. Por lo tanto, a la falta de recursos se uniría el poco rodaje de los dos canteranos, algo básico en este momento de su carrera.

En el lateral, la marcha de Adriano también traería consecuencias negativas. Tras Alves y Jordi Alba, solo quedaría la incógnita Douglas como alternativa. Seguramente obligaría al traslado de Mathieu a la banda. Un recurso usado por Luis Enrique, aunque un tanto desconectado del estilo típico del equipo culé: ofensivo, con gusto por el balón y desborde. El estreno de Aleix Vidal daría oxígeno a 'Lucho' en el mes de enero.

Hasta entonces, Luis Enrique deberá cruzar los dedos para que las lesiones no hagan mucha mella en una escuadra que necesita cierta tranquilidad en los últimos meses de 2015 para torear sin daños la sanción de la FIFA.