Fútbol

La cara B de la familia Casillas: relación rota y el silencio impuesto a los padres

    Iker Casillas, durante su despedida. <i>Imagen</i>: EFE

    EcoDiario.es

    Iker Casillas ya es historia del Real Madrid. Este domingo el portero se despidió entre lágrimas de la afición en una sala de prensa en la que nadie le acompañó. Allí no estaba el presidente, un Florentino Pérez, quien horas después, le llamó para pactar un homenaje más digno de su leyenda. Será hoy lunes cuando, por fin, se dé la foto del arquero y su ex presidente juntos, en el palco de honor del Santiago Bernabéu. Será la instantánea de la paz. Una foto que parecía imposible cuando, horas antes, los padres de Iker, Carmen y José Luis, hablaban en el diario El Mundo para criticar con dureza la actitud del club y de su máximo mandatario hacia su hijo. Esas palabras, los ataques a Florentino Pérez (e incluso el desprecio de su madre al Oporto) fueron lo que trascendieron de esta conversación ante la prensa de todo el planeta fútbol. Sin embargo, bajo la epidermis de esas reflexiones se escondían pensamientos y revelaciones de carga más profunda. Ésas que señalaban a la relación rota entre Casillas y sus padres. Ésas que revelaban la dura relación entre el ex capitán blanco y sus progenitores.

    De sus palabras, de sus relatos, se dibuja una compleja situación, un panorama lleno de reproches mutuos y desencuentros que ha concluido con una distancia abisal entre ambas partes. Es más, su padre, José Luis, confesó en esta charla que no se habla con Iker.

    "No quiero polémicas. No me hablo con mi hijo, pero quiero lo mejor para él y que nadie se aproveche de él. Sólo que le asesoren bien en su entorno para que no acabe fregando urinarios como ese campeón del mundo alemán [Andreas Brehme] o arruinado como Vítor Bahía", comentó en referencia a los próximos pasos que dará el arquero en su vida profesional.

    Un desencuentro que tuvo varios momentos de tensión. Uno (quizá el más profundo) llegó en 2010, cuando el portero apartó a sus progenitores de la sociedad que había constituido para gestionar sus bienes inmobiliarios.

    Una sociedad que contaba con un patrimonio cercano a los 30 millones de euros. Casillas proporcionó a sus padres una indemnización de 9 millones de euros, varias propiedades y un sueldo de 9.300 euros al mes durante 15 años (concluirá en 2035). A cambio, éstos se comprometieron a firmar un pacto por el que no hablarían de su vida privada, ni harían comentarios contra su entorno, su agente (Carlos Cutropia).

    Es en este momento donde se puede dar por oficializado el divorcio entre ambas partes. Un divorcio que tuvo todavía un episodio más importante en 2012, pero que, para entenderlo, hay que remontarse varios años atrás, más en concreto a la primera renovación seria que firma Casillas con el Real Madrid.

    El juicio que tuvo en vilo al Madrid

    Fue en el año 2005 cuando se firmó un pacto que se prolongó durante varios meses y que estuvo cargado de tensiones entre Florentino Pérez e Casillas. Por aquel entonces, el portero tenía como agente a Ginés Carvajal, el Jorge Mendes español y, por aquella época, hombre fuerte dentro del club, con Raúl como principal abanderado.

    Iker, cuentan sus padres, no estaba nada contento por aquel entonces con Carvajal porque decía que sólo le importaba Raúl. Sus padres el daban la razón y le forzaron a no aceptar el primer sueldo que le puso en la mesa el Real Madrid. Carvajal le pidió que sí lo hiciera, pero los padres del portero le dijeron que aguantara para poder conseguir más dinero. Y lo lograron: 1'2 millones de euros más limpios de impuestos.

    Fue el acuerdo al que se llegó después de unas negociaciones en las que Casillas tuvo mucho miedo por ver como la rúbrica definitiva se podría romper en cualquier momento. No fue así y el arquero salió ganando.

    Luego llegó Ramón Calderón. El sucesor de Florentino Pérez le ofreció un nuevo contrato y los padres de Casillas volvieron a ejercer, según su relato, de 'Pepito Grillo' de su hijo, reclamándole que no bajara ni un euro del sueldo que cobraría Raúl.

    Y así lo consiguió sin que Ginés Carvajal ayudara mucho en esas negociaciones. Eso cuentan desde el entorno familiar. Harto por esta actitud, Iker rompió con su representante y firmó con Carlos Cutropia. Entonces Carvajal reclamó a Casillas las comisiones de este último contrato y el portero se negó a pagarlas porque entendía que era el club quien debería abonarlas, como suele ser costumbre. Carvajal denunció a Casillas y sus padres mantuvieron la demanda. Irían a juicio porque entendían que no era una dinero que debiera abonar Iker.

    Fue en estas cuando retornó Florentino Pérez a la presidencia (2009) y se encontró con la demanda. Su reacción fue la de estallar de indignación. Querían que se retirase y que el capitán aceptase las condiciones de su antiguo manager. Iker no se amilanó y siguió sin aceptar las condiciones de Ginés Carvajal.

    El caso se prolongó hasta 2012 y más en concreto hasta el día después de que los blancos cayeran en semifinales de la Champions League frente al Bayern de Múnich en aquella tanda de penaltis en la que fallaron Ramos, Cristiano y Kaká y en la que Iker paró dos penaltis. Pese a ello, los de Mouirnho se quedaron sin final.

    La noche previa Casillas no pegó ojo pensando que un día después tendría un juicio que tenía muy alterado al club. Cuando llegó la fecha señalada, dio marcha atrás y ordenó a sus padres que aceptaran las condiciones de Carvajal.

    El ex capitán blanco acabó pagando una cantidad a su ex agente, lo que, con todo, no aplacó los ánimos de Florentino Pérez. Más al contrario. Los redobló.

    Fricción que se ha disparado con estas declaraciones y la resolución del futuro de Casillas. La madre no entiende que se marche a un Oporto al que en la entrevista calificó de 2ªB. Después de una llamada del portero, ayer, en la Cadena Cope, pidió entre lágrimas disculpas al conjunto portugués, pero no contra un Florentino Pérez al que se la sigue teniendo guardada.

    Es el enésimo roce de una familia, la Casillas Fernández, que sigue convulsionada por lo acontecido en esta última década con el más ilustre de sus miembros como protagonista para lo bueno y para lo malo.