El Real Madrid se lamenta entre el recuerdo de Xabi Alonso y el anhelo de Modric

A falta de una jornada de Liga, la temporada se ha acabado en el Real Madrid. El club blanco finaliza el curso 14/15 con una Supercopa de Europa y el Mundial de clubes en su haber, además de la sensación de haber desperdiciado una oportunidad perfecta para alargar los éxitos del año pasado. La mayor parte de las desdichas que le han ocurrido a los de Ancelotti proceden de la medular.

En la línea del centro del campo se han vivido los problemas que más han desestabilizado al equipo en el césped. Éstos comenzaron desde el inicio del curso, justo cuando Xabi Alonso decidió irse al Bayern de Guardiola a última hora. Sin tiempo para cambiar el discurso ni a diseñar un 'plan B', el Real Madrid tuvo que hacer frente a una temporada completa sin un pivote puro que estuviese plenamente concentrado (esto criba a Khedira). Kroos fue el parche, y cumplió hasta que le duró la gasolina.

A partir de ahí, el recuerdo del tolosarra fue permanente. Xabi era el tapón de la bañera blanca: evitaba que el centro del campo se rompiese y era el efectivo con mejor salida de balón a la par de su equilibrio defensivo. Muchos suspiros brotaron de los labios de Carlo Ancelotti y gran parte de la directiva en aquellos partidos en que se requería un oficio que Kroos, por su bisoñez en esa zona del campo, no era capaz de ofrecer.

Porque, a la ausencia de Xabi, tres meses después se le unió la caída de Luka Modric. El croata era el pegamento entre el centro del campo y la delantera, recogiendo el testigo de Di María en el curso anterior. Con James como nuevo recurso, era el '19' quien compensaba con mucho esfuerzo el vacío en ciertas facetas futbolísticas, como ese 'ida y vuelta' que tanto faltaba y que en muchas ocasiones dejaba huérfana a la defensa, con un equipo demasiado partido en dos.

Así, se juntaron varios factores que eclosionaron allá por el mes de enero: el cansancio de Kroos, las secuelas de la marcha de Xabi y las originadas por la baja de Modric. Tres variantes que dejaron al Real Madrid sin aire en las primeras semanas de 2015.

La derrota ante el Valencia, la eliminación en Copa del Rey...y ya más tarde los tropiezos ante Villarreal y Athletic, además del susto mayúsculo contra el Schalke y el batacazo en el Clásico de marzo. Todos estos partidos demostraron las carencias de un equipo al que el centro del campo se le hizo corto y la temporada demasiado larga.

De cara al próximo curso, resulta imposible evitar una mirada a la medular. ¿Repetirá Ancelotti (o el que técnico que sea) la fórmula? ¿Se ficharán jugadores de mayores garantías para esa demarcación? Mientras tanto, el equipo blanco analiza cómo se quedó sin fuerzas en el momento en que más las necesitaba, debatiéndose entre el recuerdo de Xabi Alonso y al anhelo de Luka Modric.