Fútbol

Iker Casillas se harta y sigue a Cristiano en su guerra contra el Santiago Bernabéu

    Casillas, en el Bernabéu ante el Valencia. <i>Imagen: EFE</i>.

    EcoDiario.es

    Los gestos de Iker Casillas en el partido ante el Valencia tras los pitos del Santiago Bernabéu sorprendieron no tanto por el contexto, sino por el peculiar carácter del portero de Móstoles, frecuentemente moderado a pesar de las circunstancias. Sin embargo, el pasado sábado cambió por primera vez su actitud, algo que descolocó a la gran mayoría del mundo futbolístico y que encaja con el proceder de Cristiano en la última crisis que éste tuvo con su estadio.

    El simple hecho de responder a los pitos con gestos y con el ya célebre "a tomar por culo, pesados, con los pitos de los cojones" es relevante en una persona que ha aguantado todo tipo de dimes y diretes desde que Jose Mourinho le pusiese en la diana hace dos años y medio. Una claro guiño a su propio hartazgo que guarda ciertas similitudes con lo que hizo Cristiano Ronaldo hace casi dos meses.

    Cuando el luso, enfrentado con su afición y consigo mismo por un rendimiento por debajo de la media que él mismo se marcó meses antes, respondió a la grada con un claro: "Fodan-se". Días antes, tuvo otro gesto con el respetable, cuando acabó el partido de vuelta de octavos de Champions ante el Schalke 04.

    Los blancos perdieron con los alemanes 3-4, estuvieron al borde de la eliminación y se fueron despedidos por una tremenda pitada. Iker Casillas fue recogiendo a sus compañeros para ir al centro del campo a saludar, incluido a Cristiano. El '7' aceptó a regañadientes, pero no hizo el más mínimo saludo.

    Tras el partido ante el Valencia, la misma persona que había requerido a todos sus compañeros para estar ahí, aceptando los pitos, se negó a eso y enfiló directamente el camino a los vestuarios. En una clara reacción a las críticas de buena parte del estadio, el capitán se abstuvo de saludar a los suyos en un día triste para el club, que quedaba prácticamente fuera de la carrera por la Liga.

    Aún sin saber qué será de él en la próxima temporada (quiere quedarse, pero su entorno sigue empujando para que se vaya, y hay un cierto interés por no irse de vacío en el plano económico), ha dejado su actitud de templanza por la respuesta. A Cristiano la jugada le salió bien, pues provocó la defensa del club. En el caso de Iker, esto no está tan claro.