Fútbol

Carlo Ancelotti blinda al Real Madrid contra su propio caos

    Ancelotti, dando instrucciones en Balaidos. <i>Imagen: Reuters</i>.

    EcoDiario.es

    Pasaba el minuto 74 de partido entre Celta y Real Madrid cuando Carlo Ancelotti preparaba el primer cambio blanco del partido. Pepe entraba por Isco y a diferencia del duelo de Champions ante el Atlético, ningún central pasaba a la medular: se jugaba con cinco defensas. Algo prácticamente inédito.

    Este paso a una defensa de cinco miembros se acrecentó más con el resto de cambios, cuando Arbeloa pisaba el césped de Balaídos por James Rodríguez y el Real Madrid acababa jugando con un 5-3-2 en el que uno de los tres centrocampistas era Marcelo, además de Kroos e Illarramendi. Ocho jugadores de corte defensivo más Jesé y Cristiano. Seis defensas. Así acabó el partido el Real Madrid. Era la forma de Carlo Ancelotti de blindar a su equipo ante su propio caos.

    Contra el Celta, el Real Madrid estuvo sujeto al dominio del juego local un buen tramo de la primera parte. Su centro del campo no fue capaz de controlar a los hombres de Berizzo, que solo llegaron por detrás en el marcador al descanso por la poderosa dinamita del Real Madrid.

    Al igual que en otros partidos de principios de año y, mirando más atrás en el tiempo, de comienzos de curso, el equipo de Ancelotti perdió el dominio del centro del campo, lo que fue clave en el partido. James, Isco y Kroos participaron en un nivel inferior al de la media en lo que respecta al balón. Eso, ante un equipo que quiere el esférico, pudo convertirse en un desastre de no ser por el tremendo potencial en ataque. De ahí la decisión final de Ancelotti de blindarse para evitar sustos.

    El italiano está tirando de su versión más pragmática en los últimos días. Si ante el Atlético sorprendió con tres centrales (uno, Ramos, en la medular), ayer acabó con un dibujo totalmente defensivo y más de la mitad del equipo integrado por defensas. Se acerca el final, se aprieta más el conjunto en la lucha por los objetivos y cualquier ayuda es poca. Hasta cambiar el esquema preferido (al menos, eso demuestran sus actuaciones cuando está libre del corsé de la 'BBC') por uno más conservador.

    Lo cierto es que en Balaídos hubo una diferencia clara respecto a otros partidos en los que el equipo lo pasó mal. Por lo general, el conjunto blanco sufre ante equipos que se le cierran atrás, dejándole toda la responsabilidad del juego y esperando a las contras. Ayer, ocurrió todo lo contrario: los celtiñas arrasaron en el centro del campo.

    Tuvieron más el balón (52-48%), realizaron más pases (566-488), consiguieron más recuperaciones (66-50), remataron casi el doble de veces (19-10) y perdieron un esférico menos (80-81). Datos que explican el sufrimiento del Real Madrid a pesar del 2-4 del luminoso, y que tuvieron como consecuencia el blindaje de Carlo Ancelotti.