Fondos

La gestión pasiva alcanzará el 25% en Europa en 2025

  • Hoy el patrimonio gestionado pasivamente es de solo el 14% sobre el total, según un informe de Moody's.

Ana Palomares

El crecimiento que ha experimentado la gestión pasiva en la última década de bonanza en lo que a activos financieros se refiere ha sido del todo impresionante. Según Morningstar, en 2008 se gestionaban pasivamente 1,35 billones de dólares y ahora esa cifra alcanza los 9,6, un 611 por ciento más, y una cifra muy superior al 154 por ciento que ha crecido el patrimonio de los fondos que gestionan activamente en este periodo.

En ese crecimiento, EEUU ha tenido un claro papel protagonista, ya que solo en este país el 18 por ciento de los activos bajo gestión ya se encuentran en ETFs y la cifra asciende al 37 por ciento si se incluyen los fondos indexados, frente al 14 por ciento que supone la gestión pasiva en Europa. Pero esa brecha tenderá a estrecharse en los próximos años. O al menos así lo pronostica Moody's en un reciente informe sobre el sector: "Esperamos que un cuarto de los activos de la industria de fondos esté en productos pasivos en Europa en el año 2025", afirma. Y para justificar ese diagnóstico, apunta a varios síntomas.

El primero de ellos es que los ETFs cada vez despiertan más interés entre los inversores institucionales, que recurren a ellos bien para tomar posiciones tácticas en sus carteras, para ganar diversificación o como alternativa a sus posiciones de liquidez ya que presentan el atractivo de contar con unos bajos costes (0,36 por ciento de media).

Precisamente el bajo coste es la segunda razón que alega Moody's para tener una visión tan positiva del futuro que le espera a los ETFs europeos. Por una parte, la reducción de las expectativas de rentabilidad que se manejan para casi todos los activos está llevando a los inversores institucionales a buscar alternativas baratas que les permitan maximizar la rentabilidad de su cartera, y por otra está Mifid II, la directiva europea que obliga a los fondos de inversión a ser mucho más transparentes en la información de costes que dan a sus partícipes. Estos empezarán a recibir ese desglose de costes al tiempo que vean pérdidas en sus inversiones -2018 es un año en el que es raro el fondo que gana dinero- y puede llevar a muchos de ellos a buscar productos más baratos como los ETFs.

Además, Mifid II persigue también una arquitectura abierta en la venta de fondos, y de ahí las limitaciones que ha impuesto en cuanto a comisiones de retrocesión, lo que puede llevar a los distribuidores bancarios a incluir cada vez más ETFs en sus escaparates. "La adopción de ETFs por parte de los distribuidores bancarios ya está pasando en las bancas privadas", afirma Pawell Janus, desde la división de ETFs de UBS AM en una entrevista con elEconomista. De momento, los países que más los incluyen en sus escaparates son Holanda, donde el 27 por ciento de su oferta son ETF, Alemania, con un 26 por ciento y Francia, con un 17. En España esa cifra cae hasta el 13 por ciento del total, según Moody's (ver gráfico).