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Grecia contará con un mes de gracia si impaga al FMI la semana próxima

  • El acuerdo sobre las nuevas reformas puede demorarse al 24 de abril
El ministro heleno de Finanzas, Yanis Varoufakis. <i>Reuters</i>

José Luis de Haro, Yiannis Mantas

Atenas puede impagar la cuota de 458 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le vence el 9 de abril si sus acreedores no desbloquean parte de los 7.200 millones restantes en el actual rescate por no llegar a un acuerdo sobre la nueva lista de reformas presentada. No obstante, ese impago no tendría efectos inmediatos, sino que abriría un plazo de gracia de aproximadamente un mes.

No sólo el 9 de abril es una fecha clave. Se baraja además la posibilidad de que Grecia se quede sin efectivo antes del 20 de abril, cuando debería abonar cerca de 80 millones al Banco Central Europeo (BCE) en intereses. Si el primer ministro griego, Alexis Tsipras, no paga al órgano que dirige Christine Lagarde, se teme un efecto dominó que acelere la fuga de depósitos y declare al país en quiebra técnica.

Desde Bank of America Merrill Lynch, su economista para Europa, Ruben Segura-Cayuela, junto con los estrategas de divisas, Sphia Salim y Athanasios Vamvakidis, analiza la situación y cómo podrían desarrollarse los acontecimientos.

Hoja de ruta

En primer lugar, los funcionarios del Fondo deberían informar a Atenas por escrito de la necesidad inmediata de realizar el pago sobre la cantidad adeudada, normalmente a través de un burofax, que contará con el seguimiento del órgano directivo de la institución. A partir de entonces, Atenas no tendrá permiso para usar ninguno de los fondos que ofrece el FMI, hasta que se efectúe el pago. Aproximadamente dos semanas más tarde, la dirección del Fondo se comunicará de nuevo con el Gobierno griego incidiendo en la gravedad de la situación y urgirá un pago inmediato. Aproximadamente un mes después del impago, Lagarde lo notificaría oficialmente al Consejo Ejecutivo del organismo.

Es a partir de entonces cuando la situación se endurecería. Este impago violaría las reglas del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, lo que provocaría la cancelación de los préstamos e, incluso, podría exigir a Atenas el pago inmediato de la totalidad del crédito. Recordemos que Tsipras, además, tiene que costear otros 200 millones el próximo 1 de mayo y once días después alrededor de 763 millones.

Por ahora, las esperanzas están en un acuerdo sobre la nueva lista detallada de reformas, pero no se perfila inmediato y podría demorarse hasta el encuentro del Eurogrupo el próximo 24 de abril en Riga. Atenas cifra el impacto en 6.700 millones, lo que, a su juicio, depararía un superávit primario de 3,1 a 3,9 por ciento del PIB en 2015, incluso superior al objetivo del Grupo de Bruselas, del 1,5 por ciento.

La nueva serie de medidas incluye la eliminación de exenciones fiscales, el aumento de tipos en el Impuesto de la Renta, el alza de la tributación del lujo y enuna mayor lucha contra la evasión de impuestos. Además, prevé obtener 1.500 millones más vía privatizaciones.

El objetivo de Atenas es desbloquear la financiación a corto plazo, aunque por ahora los acreedores no consideran la lista suficiente ni comparten el optimismo de acuerdo del Ministerio de Finanzas griego. Hay que recordar que las necesidades financieras de Grecia para el 2015, después de tomar estas medidas, se calculan en unos 19.000 millones.