Firmas

¿Dos hombres y un destino? Rumores sobre el futuro de Rivera e Iglesias en caso de debacle electoral

  • Rivera e Iglesias se juegan la incuestionabilidad de su liderazgo el 28-A
  • Un sorpasso de Vox o la suma del PSOE abriría la posibilidad del relevo
Albert Rivera y Pablo Iglesias. Foto: Archivo

José María Triper

De momento son sólo rumores y nadie va a mover ficha hasta después de las elecciones. Pero como dicen que cuando el río suena agua lleva, en el río electoral empiezan a escucharse murmullos que apuntan a los líderes de los partidos que emergieron como la nueva política y que podrían verse obligados a decir adiós, o al menos un hasta luego, arrastrados por su inclinación a los viejos errores de la vieja política.

Desde las filas del partido naranja muchos de quienes cuestionaban la ambigüedad del partido para no decantarse hacia su izquierda o su derecha, critican ahora en privado la rotundidad de Albert Rivera en su "no es no" a pactar con Pedro Sánchez bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia. Hombres como el cabeza de lista a las europeas, Luis Garicano, o el candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, lideran esta corriente y en el caso del primero es sabido que mantiene contacto con dirigentes 'sanchistas' por si acaso.

Un acaso que se traduciría en la posibilidad, muy probable que el PSOE sumara mayoría para gobernar con Ciudadanos, y esta fuera la alternativa a la repetición del 'Gobierno Frankestein' con los antisistema y los independentistas. Sabido es que la animadversión personal entre Rivera y Sánchez hace impensable la repetición de la foto de 2016, pero si el obstáculo es Rivera son muchos y con mando los que no descartan la retirada forzosa del hasta hoy número uno.

Lo mismo ocurriría en el caso de que el resultado de las urnas sorprendiera con un sorpasso, difícil pero no improbable, de Vox que relegara a Cs a cuarta o quinta fuerza política en el Parlamento. En ambos casos, la suma con el PSOE o el sorpasso, la sombra de Inés Arrimadas planea en el horizonte. 

Y también es una mujer la que amenaza el caudillismo de Pablo Iglesias en Podemos. Una formación morada que se apunta a la demagogia de campaña para evitar el naufragio. Pero si finalmente se produce y quedan reducidos a los menos de 30 escaños que tuvo Julio Anguita en la mejor etapa de Izquierda Unida, la profecía de Irene Montero de que el próximo caudillo sería una secretaria general, puede hacerse realidad antes de tiempo.

Pablo, me dicen, "sólo aspira ahora a gobernar con el PSOE y ser ministro, pero si esto no es así, es demasiado soberbio para resignarse a seguir como portavoz de una formación testimonial y en decadencia". Algo similar ocurriría si Errejón le da en Madrid el sorpasso que Iglesias "no pudo ni supo" dar a Sánchez.

Y hablando de "no es no". Pedro Sánchez ha vuelto a resucitar ese eslogan que le llevó hasta La Moncloa aunque ahora referido a Cataluña y para negar un referéndum o cualquier componenda con los independentistas. Claro que visto lo que acaba de hacer para sacar adelante sus "decretazos" electoralistas en la Comisión Permanente del Congreso y la trayectoria del personaje, pues ya sabemos la credibilidad que tiene su palabra.