Un claro mensaje para Vladimir Putin
Marcos Suárez Sipmann
Expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas están analizando la sustancia que se utilizó para envenenar al exespía británico Sergei Skripal y su hija Yulia. Con independencia de sus conclusiones, existe ya una crisis sin precedentes. Hubiera sido mejor, quizá, esperar el informe final de la organización en el caso de Skripal, con pruebas concluyentes para evitar la actual escalada.
Una mayoría de países de la UE ha expulsado a los diplomáticos rusos. Incluso Italia y Hungría, países normalmente en contra de medidas enérgicas contra Rusia, están a favor de las expulsiones. Son conocidas las buenas relaciones del primer ministro húngaro Viktor Orbán y Vladimir Putin. Es por ello sintomático el paso dado por el líder populista alineándose con Bruselas. Se sumaron asimismo los candidatos a la adhesión a la UE: Macedonia y Albania. Ucrania es el país que más ha expulsado, 14 en total.
En Berlín el Gobierno advirtió además que la expulsión de diplomáticos rusos está relacionada con los ataques cibernéticos a las redes de datos de los ministerios germanos. Anclada en Occidente, Alemania ejerce a menudo de mediador con Rusia si bien los conservadores de Angela Merkel tienden a adoptar una postura estricta hacia el Kremlin. Hace escasas fechas se fusionaron poderosos grupos que promocionan los lazos comerciales en el lobby Comité Oriental. Asociación Europea del Este de la Economía Alemana. Según el Comité, que abarca más de 400 empresas alemanas y cinco grandes asociaciones comerciales, Europa Oriental es para Alemania un mercado de exportación más importante que EEUU y China. Es discutible. Pero lo cierto es que Alemania y Rusia generan unos 41.000 millones en negocios entre ambos. Su comercio aumentó en casi una cuarta parte en 2017.
EEUU, Canadá y Australia se sumaron a las medidas contra Moscú. Desde Washington, Trump, por una vez, actuó al unísono con los aliados tradicionales de EEUU. Y, al castigar a Rusia, adoptó una postura firme contra el Kremlin. Lo inusual de esta conducta es que va contra su afinidad personal con Putin. Es revelador que en el comunicado de prensa oficial de la Casa Blanca de las expulsiones el nombre de Trump es mencionado una sola vez. En la frase final en la que se reafirma su deseo de "cooperar para construir una mejor relación con Rusia". Este repentino cambio de parecer se debe a la continua presión nacional e internacional sobre el magnate, para que coopere y juegue en equipo.
En una democracia con un funcionamiento más o menos normal un desastre diplomático de estas dimensiones habría llevado a la dimisión de altos cargos en Exteriores y los servicios especiales. Y a una investigación parlamentaria, como poco. No así en la Rusia de Putin.
Mientras Rusia habla de "guerra diplomática", la UE y su alta representante para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, valoran la situación con mayor sosiego. La expulsión de agentes del servicio de información de una embajada es un nivel bajo de la tensión. Las embajadas y los embajadores seguirían en activo. La represalia rusa continuará siendo probablemente similar: la expulsión de personal de las embajadas en Moscú. Los contactos y la comunicación continuarían funcionando.
En cualquier caso, las opciones políticas y diplomáticas estándar del Kremlin son, en comparación con las de Occidente, limitadas. Este mes, la UE ya había prolongado medio año más las sanciones económicas contra Rusia. Es verdad que esto tiene que suceder por unanimidad, será por tanto complicado establecer nuevas sanciones. Por otro lado, Londres puede confiscar "propiedades sospechosas", es decir, los bienes de los oligarcas rusos en el Reino Unido. Retirarles la ciudadanía británica. Tampoco se puede descartar ya un boicot a gran escala del Mundial de Fútbol, si la investigación revela nuevas pruebas de la participación del Estado ruso en el ataque de Salisbury.
Esto no debe llevar a pensar que el Kremlin va a ceder. Somos testigos de la anexión de Crimea, la defensa del tirano sirio, el despliegue de cohetes de medio alcance, etc. Más allá de esto, la Rusia de Putin escoge la llamada "respuesta asimétrica". Injerencia internacional con hackers, informaciones falsas y manipulación en campañas electorales.
¿Estamos ante una muestra solidaridad europea pese al Brexit? La solidaridad hacia Theresa May se debe en realidad al deseo de reforzar su postura en Londres, teniendo en cuenta precisamente las negociaciones de salida. Sin olvidar que esta acción es, sobre todo, un mensaje muy claro a Putin. El frente organizado en torno a Londres se percibe como una defensa de la sociedad occidental y sus instituciones democráticas, ante los devaneos imperialistas de una Rusia mermada que añora los tiempos pretéritos de la Unión Soviética.