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Empresa y tecnología son nombres de mujer

    <i>Foto: Getty</i>.

    José María Esteban

    La empresa es un concepto femenino, igual que también lo es la tecnología. Y es curioso el género de estos dos ámbitos porque, sin embargo, han sido siempre territorios netamente masculinos. De todos modos, en los últimos años estamos asistiendo en España a una tendencia que hay que poner en valor, esto es, el ascenso de mujeres a la cúspide de las grandes corporaciones tecnológicas. Quizás sea demasiado arriesgado pretender que esta situación responda a un cambio en el equilibrio de la mujer en el escenario económico español, pero tampoco se puede negar su importancia, su valor como referente.

    El presidente del Gobierno creyó hace unas semanas que este tema "no tocaba", y sólo unos días después, tuvo que rectificar. La brecha salarial entre hombres y mujeres y la presencia femenina en los órganos directivos de las empresas sigue siendo un problema "que toca" afrontar. El Día de la Mujer Trabajadora es una jornada esencialmente reivindicativa, sobre todo en un escenario en el que todavía hay mucho camino que recorrer. Sin embargo, también es importante aprovechar esta celebración para poner el foco sobre aquellos ejemplos que pueden convertirse en un referente social que sirva para que las niñas de hoy sepan que pueden ser las directivas de mañana. Incluso en ámbitos como la tecnología.

    En este grupo de reconocidas directivas se encontrarían personalidades como Rosa García, presidenta y consejera delegada de Siemens, o Fuencisla Clemares, directora general de Google en España y Portugal. Pero es también el caso de Marta Martínez, presidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Israel; de Pilar López Álvarez, presidenta de Microsoft España; Dominique Cerri, al frente de InfoJobs, o Cristina Ruiz, que es la responsable de la parte de IT en el gigante Indra.

    Evidentemente no están todas las que son, pero sí son todas las que están. Y considero que es importante reconocer su labor con nombre y apellidos. Porque este grupo de directivas han conseguido auparse al frente de grandes empresas, en un sector muy masculino, pero sobre todo porque lo han hecho por méritos propios, gracias a una meritocracia que tiene que ser el camino más adecuado, frente a cuotas o políticas dirigidas. Este grupo de mujeres no representan a un feminismo militante y, sin embargo, son todo un ejemplo para las mujeres.

    Todas ellas son referentes porque gozan de un gran prestigio social, son reconocidas como excelentes gestoras y tienen una posición indiscutida en el ámbito empresarial. Y además, son mujeres. Y no solo mujeres...

    De ahí su importancia como referente, sobre todo en ámbitos técnicos, las conocidas como carreras Steam, que serían todas aquellas relacionadas con las ingenierías, tecnología, ciencia o matemáticas y donde las mujeres aún están muy por detrás de los hombres. Cambiar esta situación es vital y para encauzar esa transformación hay que contar con este tipo de perfiles al frente de las empresas tecnológicas. Sólo así las niñas de hoy podrán ser conscientes de que ellas también pueden llegar a liderar una compañía, sea del ámbito que sea.

    Pero además, si hacemos un mínimo seguimiento de su perfil público, este grupo de líderes demuestra que una directiva hoy no tiene que imitar al hombre-jefe, no hace falta asumir formas y maneras de actuar masculinas. Hoy se puede ser una excelente directiva, siendo una excelente mujer, siendo una madre excelente y disfrutando de una vida plena en lo profesional y lo personal. Este es el gran triunfo de este grupo de directivas.

    Hacen falta muchos más referentes como ellas. Muchas más mujeres, madres, y directivas que sean capaces de trasladar a las nuevas generaciones que es posible, que aún quedan muchos obstáculos, pero que se puede y se deben derribar. Ellas demuestran que sí, se puede: se puede ser mujer, se puede ser madre y se puede ser una excelente directiva.