Firmas

La previsible levedad de la política tras el discurso del Rey

  • Como viene siendo habitual, el guión de las respuestas estaba escrito
<i>El Rey durante el discurso. Foto: Efe</i>

Víctor Arribas

Una de las ventajas del actual momento político en que se encuentra nuestro país es el carácter previsible de muchas de las cosas que ocurren. Pocos actores políticos ocultan su forma de gestionar los asuntos públicos y sus reacciones son tan previsibles que llegan a resultar huecas en muchas ocasiones.

Tal cosa ha vuelto a ocurrir con el mensaje navideño del Rey, pronunciado en unas circunstancias muy especiales de la historia democrática española. Apenas dos meses y medio después de dirigirse a la nación en una intervención que marcará su reinado, Felipe VI ha insistido en las ideas básicas que esgrimió aquella noche de octubre ante la mirada preocupada de millones de ciudadanos: no valen el enfrentamiento ni la exclusión como modelos de vida, hay que recuperar la serenidad y el respeto mutuo.

La diferencia con aquél discurso grave, implacable, sin matices, está en que entonces se había cometido un desafío intolerable a la legalidad, y hoy esa legalidad se ha restablecido. Ahora lo que toca es tender puentes para que todos aquellos que sigan defendiendo la burla a la ley constaten que por ese camino nada lograrán, y vale mucho más la pena buscar acuerdos dentro del marco constitucional que todos los españoles nos hemos dado como regla del juego.

Uno de los grandes aciertos del mensaje de la Corona fue subrayar la manera en que los españoles han defendido "la España democrática que hemos construido". El Rey destaca la actitud de defensa de la bandera, el símbolo de todo esto, y la asistencia a multitudinarias manifestaciones que antes estaban reservadas a la defensa de fines muy distintos a la unidad nacional. La actitud de millones de personas ante esta encrucijada está siendo digna de elogio, y pocos medios se han atrevido a ensalzarlo como lo ha hecho el día de Nochebuena el primero de los españoles.

Pero como viene siendo habitual, el guión de las respuestas estaba ya escrito. Las fuerzas políticas, o los dirigentes de forma individual, han pronunciado las mismas aseveraciones de siempre tras un discurso del Rey cargado de frases importantes. Podría el español medio haberse ahorrado los informativos del día de Navidad e imaginarse, con pleno acierto, las palabras de provocación y rechazo surgidas tras el mensaje navideño. En redes sociales o con micrófonos delante, nade se ha saltado ese guión prescrito que volveremos a escuchar el próximo año por estas mismas fechas.