Turno para Unicaja
Ayer viernes debutaba en bolsa Unicaja. La entidad de referencia en Andalucía y Castilla León, bajo las marcas de Unicaja, Caja España y Caja Duero, pasa a ser el último inquilino del Mercado Continuo y uno de los últimos bancos españoles importantes que todavía no cotizaban en el mercado bursátil.
Tras los últimos acontecimientos que han tenido lugar en el parqué nacional, especialmente en lo que se atiene al sector bancario, no han sido pocos los que han dudado del momento en el que se produce este desembarco en bolsa de una entidad en la que la incertidumbre viene dada, más que por su propia actividad, por el convulso momento que vive el sector financiero en nuestro país.
La quiebra del Banco Popular y posterior absorción de la entidad por parte del Banco Santander, y el perjuicio que ello supuso para los accionistas, ha supuesto que vuelvan las dudas a un sector cuya cercanía al gran público siempre ha implicado un arma de doble filo, desembocando en una gran sensibilidad a los acontecimientos bursátiles. Tampoco ha ayudado en los últimos tiempos, los sucesos relacionados con la compañía que, probablemente sea la comparable más clara de Unicaja en Bolsa: Liberbank. En un movimiento más político que puramente racional y ante la estampida en su accionariado, la CNMV prohibía los cortos durante un mes. Aunque está medida no puede evitar que Liberbank vaya al justo valor que otorgan los accionistas, al menos sirvió temporalmente para hacer presión psicológica en los inversores y acabar con la volatilidad extrema. Todo esto ha hecho que más de un potencial inversor de Unicaja se lo haya pensado y haya preferido no formar parte de la salida a bolsa más importante de los últimos meses.
Respecto a la operación, Unicaja ha decidido dar el salto a los parqués con el objetivo de captar una cantidad importante como para amortizar los bonos convertibles con el que cuenta su balance y reforzar la estructura de capital. En total, la inyección de liquidez asciende a más de 650 millones. La incertidumbre mencionada supone el inicio de cotización en la parte más baja del tramo esperado.
Lógicamente, la pregunta que todo el mundo se hace es si un posicionamiento en acciones de Unicaja puede ser ahora mismo interesante. Nuestra opinión en este sentido es clara: más allá del refuerzo de capital que esto pueda suponer a efectos regulatorios, una operación en la que se capta capital de accionistas y se destina enteramente a liquidar obligaciones con acreedores, parece complicado que anticipe una importante creación de valor. Eso sí, la gran nota positiva es el ahorro de costes financieros que supondrá este movimiento, y que se estima en más de 50 millones de euros al año. Además, la transformación de deuda en capital refuerza la estructura financiera y el apalancamiento de la compañía pasa a ser valor. Por tanto, aunque se trate de una operación interesante para Unicaja desde el punto de vista empresarial, es complicado que traiga un sustancial incremento de valor para el accionista.
La salida a bolsa de Unicaja supone un cambio dentro del sector financiero español, en el que ahora sus ocho principales jugadores están cotizando en el parqué nacional, quedando de la siguiente forma: En primer lugar, y cada vez más distanciados del resto, se sitúa la gran banca, formada por BBVA y Santander. A este último ahora hay que sumarle los activos pertenecientes al Banco Popular. En segunda línea están las entidades que se suelen denominar como "banca mediana". En este grupo y por orden de tamaño en bolsa se sitúan Caixabank, Bankia, Banco Sabadell y Bankinter. Por último y como entidades financieras cotizadas más pequeñas nos encontramos con Liberbank y desde este viernes con Unicaja. Fuera del parqué, el sector financiero español se reduce a pequeños bancos, principalmente herederos de cajas regionales y que tienen la mayoría de su negocio en una sola comunidad o en una zona muy concreta de nuestro país.
La salida de Unicaja parece un paso más dentro del proceso de concentración bancaria iniciado en nuestro país hace casi dos décadas y que parece que todavía no está cerca de su final. Aunque desde el punto de vista oficial nunca se va a reconocer, el hecho de que una entidad solvente como Unicaja, tan importante en Andalucía y en Castilla León, pase a ser visible en bolsa y a estar valorada de una forma justa por los inversores, hará que sea vigilada por parte de las grandes entidades financieras de nuestro país. No nos cabe duda de que éstos la verán, en un futuro más o menos lejano, como una forma de incrementar su cuota de mercado y de avanzar en el camino hacia el liderazgo financiero en nuestro país.