Firmas
El mito del turismo francés
Ignacio Vasallo
En bromatología se conoce como paradoja francesa lo que ocurre con nuestros vecinos que, a pesar de tener una alimentación alta en grasas, disfrutan de unos índices de enfermedades coronarias bajos. Estudios recientes han puesto de manifiesto que no hay tal paradoja y que las grasas no son tan nocivas como nos han hecho creer, sino incluso necesarias.
En el turismo pasa algo parecido con el mito del turismo francés. Todo el mundo, incluso nuestras autoridades turísticas, da por supuesto que Francia es más importante que España en este campo y suelen colocarnos como tercer destino por llegadas o segundo europeo.
Sin embargo, el turismo internacional es mucho más importante en España que en Francia y si la Organización Mundial del Turismo da cifras ofrecidas por el Gobierno francés, que colocan a los destinos galos por delante, se debe entre otras cosas al "fantasma alemán".
Cuando una familia alemana vienen de vacaciones a España para pasar quince días se quedan a dormir en Francia una noche a la ida y otra al regreso, con lo que figuran como ocho turistas y ocho pernoctaciones, mientras que en España contabilizamos solo cuatro turistas, aunque hayan realizado sesenta pernoctaciones.
El turismo extranjero, además, está peor distribuido que en España, con un peso definitivo de París con Eurodisney, mientras que en nuestro país existen 18 destinos importantes. La reciente publicación de Eurostat pone las cosas en su sitio.
En el apartado de pernoctaciones hoteleras totales, España ocupó en el año 2016 el primer lugar con 454 millones. Pero si nos centramos en las pernoctaciones de los extranjeros, España ocupa un lugar notorio con 294 millones de pernoctaciones y una cuota de mercado qu alcanza el 22%. El segundo lugar lo ocupa Italia con 196 millones, mientras que Francia queda relegada a la tercera posición, con 122 millones.
En lo que hace referencia a los ingresos por turismo extranjero, España, con 55.000 millones se coloca en primera posición en Europa, muy por delante de Francia con 44.000 millones. Los ingresos hacen referencia a lo efectivamente gastado en el destino más los billetes comprados a compañías aéreas de esa nacionalidad y otros gastos menores.
Vemos que Francia es un líder paradójico, que contabiliza más turistas que nadie, pero que se sitúa detrás de España en ingresos y en pernoctaciones. En lo que sí son líderes es en la capacidad de venderse a sí mismos.
Recuerden nuestras autoridades que no es lo mismo ser primero que segundo, y empiecen a levantar la mirada y decir sin complejos: "España es la primera potencia turística europea".