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Burócratas en la Educación

  • Encorsetan la educación porque viven su vida aislada de la realidad
<i>Foto: Archivo</i>

J. R. Pin Arboledas

A estas alturas de la vida mi carrera está hecha (o deshecha, lo mismo da) y no voy a cambiar para recibir el beneplácito de los burócratas; puedo ser sincero. En España la educación está regida por una burocracia ministerial con situaciones paradójicas. Por una parte pretende controlar todo, encorsetando la necesaria flexibilidad adaptativa que exige la cambiante sociedad actual.

Por otra parte se escapa de su control lo más importante de la educación en una nación: la formación de un acervo común a todos los ciudadanos que dé sentido al conjunto. Por ejemplo, la rigidez de ANECA en la aprobación de cursos reglados raya la tontería. Un amigo me dijo que en un Executive MBA que requería una experiencia previa de años de trabajo, el funcionario de turno se empeñó en exigir unas "prácticas en la empresa" para validar oficialmente el curso (varios años no deben ser suficientes "prácticas"). Las prestigiosas escuelas de negocio españolas se desarrollaron al margen de la "tutela oficial".

Pues bien, en vez de que los burócratas estudien cómo se han desarrollado y respetar su praxis de éxito, buscan imponer su "Bolonia"; conjunto de reglas que ni ellos saben cómo hacer que sea útil. No es de extrañar que en Davos una de las principales "agencias de colocación privadas" del mundo haya afirmado que: "las actuales carreras son obsoletas para el mundo del trabajo".

Burócratas que encorsetan la educación porque no hacen caso ni a los educadores, ni a las empresas y viven su vida aislada de la realidad. Mientras eso ocurre, en Cataluña los burócratas ministeriales son incapaces de mantener una educación en valores nacionales españoles. Allí son los burócratas de la Generalitat los que intentan encorsetar la enseñanza en pro de un proyecto separador y uniformante. Burócratas que encorsetan la libertad donde no hace falta y destruyen la solidaridad donde sería necesario; lo dicho: burócratas. Así nos va.