Firmas

Las lagunas del discurso de Trump

    Donald Trump

    Amador G. Ayora

    La Casa Blanca tras el acceso de Donald Trump es como el kilómetro cero de una nueva manera de gobernar el mundo. Trump ha cambiado a base de mensajes cortos la globalización por el proteccionismo, el atlantismo por la rusofilia, la lucha contra el cambio climático por la vuelta de las energías fósiles. Desde finales de la Guerra Fría no se veía un viraje tan radical del pensamiento americano en tan poco tiempo. A partir de ahora, las decisiones tendrán que sustituir a los tuits, veremos qué promesas se cumplen y cuántas se quedan por el camino. Ni siquiera para el hombre más poderoso del mundo resulta fácil modificar el rumbo de las cosas.

    Para mayor inri, los presidentes republicanos que arrancaron su mandato con una economía boyante como la actual, lo concluyeron en recesión. El caso más sonado fue el de Ronald Reagan.

    Los mercados de valores subieron alrededor del cinco% tras su victoria, ante la esperanza de que acometa una gran bajada de impuestos, acompañada de un plan de inversión en infraestructuras. Sin embargo, ahora nadie espera que ni lo uno ni lo otro entre en vigor antes del segundo semestre.

    Muchos economistas y representantes en la Cámara Baja comienzan a enfriar los efectos positivos de su programa y a resaltar aspectos negativos, como el fuerte incremento que experimentaría el déficit y el endeudamiento, que supera al PIB de todo un año. El dólar, que llegó a acariciar la paridad con el euro ante el esperado resurgimiento económico, también comienza a desinflarse.

    Trump utiliza al sector automovilístico como una bandera contra las deslocalizaciones y la pérdida de mano de obra en su país. Y no le falta razón, ya que si echamos un vistazo a la estadística, las importaciones de autos (169.139 millones de dólares) más que triplican a las exportaciones (55.300 millones). Los datos apenas mejoran si, además, se tienen en cuenta los componentes Made in USA. Las exportaciones (99.177 millones de dólares) representan menos de un tercio de las importaciones (235.619 millones de dólares)

    Con sus advertencias a los países que "nos roban la mano de obra", como dijo este viernes en el discurso inaugural, evita la pérdida de unos cuantos miles de empleos en el medio oeste, la region que le permitió ganar los comicios. Pero más a medio o largo plazo resulta insuficiente para contrarrestar las consecuencias negativas.

    El gravamen del 35% sobre la importación de vehículos del que habla encarecería éstos en el mercado interior, provocaría una pérdida de competitividad nacional y acabaría perjudicando su tejido industrial.

    Trump utiliza a México como un estandarte contra la pérdida frente a la inmigración. Pero si el Congreso penaliza la deslocalizacion industrial o la importación de vehículos tendría que aplicarlo a todos sus socios.

    Estados Unidos compra productos fuera por valor de 2,3 billones de millones de dólares anuales, mientras que el total de sus exportaciones comportan una cifra el 30% inferior, alrededor de 1,5 billones de dólares. Pero más del 90% de sus ventas al exterior se dirigen a mercados diferentes a los de Reino Unido y Rusia, sus dos grandes amores. ¿Va a quedarse el resto de brazos cruzados? Una guerra comercial no sería buena para nadie.

    También existen consecuencias geoestratégicas importantes, como se vio esta semana en el Foro de Davos, en el que el presidente chino, Xi Jinping, se coronó el nuevo campeón de la globalización y del libre mercado ante la ausencia de la representación estadounidense. China aprovechará la ocasión para estrechar las relaciones con Europa y para desplazar a Washington de su actual liderazgo como inversor en América Latina. El vaticinio de que pronto superará a Estados Unidos como la primera economía mundial quizá sea realidad antes de lo esperado.

    En cuanto a Europa, desde el Brexit y el posterior triunfo de Trump se incrementó en un punto la aceptación de la UE por parte de sus ciudadanos (hasta el 35%), a la par que se redujo en dos puntos (del 27 al 25%) el porcentaje de quienes mantienen un visión negativa. Los constantes ataques a la UE y a la OTAN generan un sentimiento de unidad y a favor de responder en bloque ante las acusaciones infundadas de Estados Unidos o el Reino Unido.

    P. D.-En España, el PSOE ofreció otra muestra de sensatez al apoyar la legislación sobre las cláusulas suelo, que deja un amplio margen para que los bancos busquen una solución consensuada con sus clientes. Sin embargo, en el PP consideran imposible lograr su apoyo a los Presupuestos, dada la proximidad de las primarias socialistas para decidir el secretario general. Rajoy acaricia la posibilidad de convocar elecciones después del verano si Pedro Sánchez o Patxi López se imponen en la Secretaría a Susana Díaz.