Firmas
De PSOE a PSOE (y tiro porque me toca)
- Es probable que Sánchez pase de parlamentario a tertuliano
J. R. Pin Arboledas
¡Tenemos Gobierno! ¡Tenemos Oposición! ¡Tenemos Parlamento! Y a Sánchez fuera de la arena parlamentaria en el callejón ¿sin salida? Lo veremos en los próximos meses. Al exsecretario del PSOE le faltan dos cosas para mantener la notoriedad que necesita para poder aspirar mínimamente a la Secretaría General en el próximo Congreso socialista: dinero (viajar por España no es barato) y medios de comunicación; porque plataforma de lanzamiento tiene.
El PSOE ha quedado tan dañado que algunos se agarrarán a un clavo ardiendo para mantener su dignidad y Sánchez puede representar esa posibilidad. No sé si tendrá dinero. Sin embargo, hoy en día, su presencia en los medios dependerá de su habilidad en las redes sociales para que las televisiones y las radios lo convoquen. Puede pasar de parlamentario a tertuliano, e Iglesias sabe lo rentable que puede ser ese papel en la democracia mediática en la que estamos. O sea que el PSOE seguirá siendo protagonista en la legislatura, como lo ha sido en su inicio.
Mientras en el PSOE desarrollan su drama interno, Rajoy ha conseguido su investidura; es presidente de Gobierno y tiene que hacer política en grande. Esta vez el PP ha recorrido el camino inverso a cuando estuvo ocho años en el poder. Aznar entonces pasó de gobernar en minoría (1996/2001) a hacerlo en mayoría (2001/ 2004). Ahora Rajoy pasará de hacerlo en mayoría (2012/2015) a gobernar en minoría (2016/...).
La primera transición, la de pasar de minoría a mayoría, tuvo sus clarooscuros. La economía fue bien pero se perdieron las siguientes elecciones ¿Cómo será el camino inverso? Pasar de gobernar sin necesitar el concurso de nadie más, a depender de otros exige cambiar el estilo y eso no es fácil.
Pero también es verdad que las condiciones obligan. Se aprende cuando no hay más remedio que hacer las cosas. Eso lo saben hasta los gallegos y ellos más que nadie. Así que veremos otra forma de hacer política en la que el parlamento y los grupos parlamentarios y los de intereses tendrán más campo.
Por ejemplo, hay que estar atentos a cómo se desarrolla la tramitación de los Presupuestos. Será muy diferente a la de los últimos cinco años. Para derrotar las enmiendas a la totalidad que pretenden devolver los Presupuestos al Gobierno para su reelaboración se exigirá el pacto, al menos, entre cuatro partidos: PP, C's, CC y otros para sumar más de 176 escaños a favor. La otra alternativa para salvar los Presupuestos en la votación a la totalidad es conseguir que cada grupo parlamentario se vote su enmienda y que los demás de la oposición se abstengan o voten en contra con el PP y C's. Ambas posibilidades exigen una negociación a varias bandas. Tal es el imperativo que han dado los resultados electorales.
También, por fin, veremos el intento de tramitar una ley de educación decidida por consenso. El intento es seguro; que lo consigan... no tanto. Sacar ese consenso adelante no va a ser fácil dadas la dispersión de intereses de todos los interesados en el tema: partidos, Gobierno, grupos parlamentarios, profesorado, otros colectivos universitarios, representantes de los alumnos, sindicatos de todo tipo, padres y madres, investigadores... el número de stakeholders es infinito.
Lo que está claro es que todos saben que nadie tiene el monopolio de la decisión y que a largo plazo ese pacto de Estado es lo más importante para el futuro del país.
¿Y el proces catalán, cómo se va a encauzar? Eso exige un acuerdo entre las fuerzas constitucionales, que parece claro que se puede intentar, salvo que el Congreso del PSOE vuelva a reponer a Sánchez en su Secretaría General. Pero además requiere una reforma constitucional, porque el inmobilismo no vale, algo hay que hacer. También aquí es indispensable la participación del PSOE y, en consecuencia vuelve a ser necesario volver sobre el primer párrafo de este artículo.
El partido socialista es clave en la continuidad y la evolución del armazón constitucional salido de la transición. Lo ha demostrado en los últimos meses, pero será tan necesario o más en los siguientes. Su responsabilidad como socialistas y como españoles (los dos conceptos incluidos en sus siglas) es fundamental. De que lo dirijan unas personas u otras dependerá ese futuro.
O sea que ha sido muy importante lo que ha ocurrido en el último mes, pero políticamente el horizonte no está despejado. Al menos hasta que lo decida el Partido Socialista. Otra vez la pelota está en su tejado. Lo dicho, como en el juego de la oca: de PSOE a PSOE y tiro porque me toca.