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¿Y el 'Dorado' sudamericano?


    J. R. Pin Arboledas

    Estoy en Montevideo. La opinión pública sobre el segundo mandato del presidente Tavaré Vázquez se podría calificar de mejorable. La semana que viene estaré en Brasil. La crisis económico-política es palpable; el impeachement de la expresidenta Rousseff, del PT, ha dado paso a Temer, del PMBD.

     En Colombia no está claro que Santos gane el referéndum sobre su acuerdo con las FARC; sería un buen paso para el país, pero tanta sangre derramada dificulta el perdón. Chile tiene la peor opinión de su presidenta desde hace años. Peor está la Venezuela convulsa de Maduro y, en Ecuador, Correa, que huele malos tiempos, ha decidido no repetir. En Argentina, Macri empieza a tener presiones en la calle contra su política y, en Perú, Kuczynski solo ha pasado el verano.

    ¿Qué fue de El Dorado de las inversiones españolas? La crisis económica, con la bajada de precios de las materias primas, ha golpeado Sudamérica; la crisis política es una de sus consecuencias. En España sabemos cómo se encadenan economía y política. Así, casi de repente, El Dorado de las inversiones está en uno de sus periodos turbulentos que, de cuando en cuando, jalona sus años prósperos y a perro flaco todo son pulgas. Sin embargo, la ley de los ciclos económicos también se cumple en este territorio.

    Tarde o temprano empezará el crecimiento. Lo importante para un inversor es saber cuándo es el momento adecuado para invertir nuevamente. No ir antes, pero tampoco llegar tarde; una de las claves a tener en cuenta es su evolución política. El primer síntoma será la consolidación de gobiernos reformadores sociales y ortodoxos en economía, capaces de enderezar el PIB, revitalizando el tejido productivo y, a la vez, reducir las desigualdades. Sudamérica es un territorio bendecido por la naturaleza y en el que el capital humano está cada vez más preparado. Una observación atenta de su evolución político-social indicará cuándo vuelve a ser El Dorado.