Vaya tropa
Javier Nart
El Parlamento Europeo es una inmensa máquina, una gigantesca empresa donde el gasto está perfectamente controlado, sometido a auditorías y exámenes rigurosísimos. Les voy a hablar de algo aparentemente nimio. Una gota de ética y de gasto en el océano de la máxima institución representativa de Europa.
El Parlamento Europeo dispone de casi un centenar de vehículos de muy alta gama: Mercedes del último modelo. Sirven para transportar a los eurodiputados de su casa al Parlamento o del Parlamento a donde deseen. Incluso a sus cenas y reuniones siempre que terminen a hora prudencial. Cada cual que saque sus conclusiones de lo razonable o irrazonable del servicio.
Porque en el supuesto de no usarlo, el Parlamento cubre los gastos de taxi en la ciudad de Bruselas o Estrasburgo. Y sin justificar, tanto si corresponde a un trayecto de trabajo como de íntimas, amenas o variopintas juergas. A saber. Los chóferes tienen la obligación de salir de su asiento para abrirnos la puerta cuando entramos y salimos del vehículo.
Bochornoso acto servil más propio de lo más rancio no solo del siglo pasado, sino ni siquiera del anterior, del XIX. A mí se me ocurrió dirigir una carta al presidente del Parlamento, el ¿socialista? Schulz, en la que le decía: "Todos nosotros, los abajo firmantes, somos personas con capacidad suficiente para abrir las puertas de los coches en los que viajamos. Un miembro del Parlamento es simplemente un miembro y no necesita un especial tratamiento al ya excelente servicio de vehículos que nos proporciona el Parlamento Europeo. Por tanto, Sr. Presidente, le pedimos que ponga fin a estas prácticas (la del ?lacayo abridor de puertas?) que no se conforman con nuestra sensibilidad". Envié esta carta a todos los europarlamentarios en la esperanza de una masiva respuesta? la firmamos solo 26. El Parlamento Europeo se compone de 751 diputados. Vaya tropa. Ustedes mismos.