Pedro Sánchez, solo contra las cuerdas
J. R. Pin Arboledas
Después de la propuesta de Rivera, el PSOE está contra las cuerdas. Ahora es Sánchez quien tiene que mover ficha. Si no acierta, la presión será insoportable. Tanto externa y mediática como interna dentro de su partido.
No se trata sólo de la economía, a la que le vendría muy bien la constitución de un Gobierno estable y, más aún, con la actual política económica. El desafío independentista es el otro gran tema. Aunque los socialistas afirmen que están apoyando al Gobierno en funciones en la respuesta al reto de JxSi y CUP, es necesario estabilizar la política española para hacerlo con autoridad. De aquí al día 17 el debate está en el PP.
No hace falta ser un lince para saber el resultado en el Comité Ejecutivo popular: 'sí' a todas las condiciones de Ciudadanos. Unas porque ya están asumidas, como es que salgan de sus cargos los imputados, que no haya indultos a los corruptos y eliminar aforos especiales. Otra, porque saldría de todas formas si lo propone un grupo en el actual Congreso: la comisión de investigación de la corrupción que, además, en Andalucía resultó inane.
La condición de un máximo de dos legislaturas para la presidencia es lo que ya ha venido pasando de hecho. Y cambiar la ley electoral, una vez aceptada, necesitará el concurso de otros grupos para que sea efectiva. Así que rápidamente, pasado el 17 de agosto, el debate pasará al PSOE, donde hasta Felipe González alaba a Rivera.
¿Resistirá la presión el líder socialista? De momento está contra el rincón, con los brazos cubriéndose la cara y soportando los golpes propinados por el PP, Ciudadanos y hasta sus propios barones. Son demasiados golpes para un púgil.
Lo grave es que si no consigue reaccionar, puede acabar sonado para bastante tiempo. Una situación que le dejaría en dificultades para su próximo combate, el del Congreso del PSOE, donde se juega la Secretaría General con un aspirante femenino y andaluz. ¿Sospechan quién es? Empieza por 'S' de Susana.