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Las oportunidades perdidas de Aena a la espera de un Ejecutivo


    África Semprún

    Aena lleva ocho meses esperando a su principal accionista, el Estado, al que en adelante llamaremos Godot. El fracaso de Mariano Rajoy (PP) y Pedro Sánchez (PSOE) en la búsqueda de apoyos para formar Gobierno en la primera mitad del año propició la aparición en escena de Pozzo y su esclavo Lucky (los portavoces de Godot en la obra de Samuel Beckett) que anunciaron que el Ejecutivo Godot no se iba a formar en ese momento, pero que seguro que habría uno después de las elecciones del 26 de junio. Ha pasado más de un mes desde los comicios y los reiterados problemas de los cuatro partidos políticos para llegar a un acuerdo hace presagiar que Godot no vendrá hasta el año que viene, después de unas terceras elecciones. Y mientras, Aena, que no se cansa de esperar a su principal accionista (ostenta el 51 por ciento del capital), se ha visto obligado a paralizar todos sus planes de crecimiento, mientras quema su caja reduciendo deuda en vez de destinar los fondos a nuevas inversiones o a retribuir más al accionista.

    El freno a su plan de expansión internacional por la falta de un Ejecutivo que lo apruebe ha llevado un poco de tedio a la organización, que ve como se le escapan algunas oportunidades. La última: la gestión del aeropuerto de La Habana José Martí. El Ministerio de Transporte del país caribeño ha concedido su gestión y ampliación a las empresas francesas Aeropuertos de París y Bouygues. Una decisión que se toma después de que Aena mostrara abiertamente su interés en pujar por el aeropuerto y de que la exministra de Fomento Ana Pastor, que se fue sin dejar aprobado el plan de expansión internacional, viaja a Cuba y firmara un acuerdo de cooperación en Transporte, que establecía la posibilidad de que ambos países pudieran cooperar tanto en el desarrollo de carreteras, servicios ferroviarios y marítimos como en servicios de gestión aeroportuaria. Ahora quedan pendientes de sacar a concurso otros aeropuertos en el país, por lo que podría haber nuevas oportunidades siempre y cuando haya nuevo Gobierno y éste decida aprobar el plan expansión internacional.

    Otro proyecto por el que le hubiera gustado pujar a Aena es la gestión de los aeropuertos de Santo Domingo, que se llevó Vinci a principios de año hasta 2030.

    Aena ha reconocido en más de una ocasión que analiza oportunidades en Brasil, México y Colombia y que tiene el foco puesto en América Latina. En este punto, también asegura que necesita el respaldo de su accionista mayoritario, que no termina de llegar a su cita, para poder desarrollar las pujar y destinar fondos al proyecto. El gestor ya está presente en México, donde ve difícil crecer en el corto plazo puesto que el Ejecutivo mexicano descarta privatizar el Nuevo Aeropuerto de México, todavía en construcción, en los próximos cinco o seis años, y porque será difícil entrar en el capital de otro gestor privado. También está presentes en Colombia, donde tiene el 38 por ciento del aeropuerto de Cartagena.

    Además de la internacionalización, Aena ha decidido no plantearse un aumento del dividendo, que es el 50 por ciento del beneficio neto, hasta que no haya Gobierno, aunque ?no es incompatible? con las inversiones en el extranjero, aseguran fuentes cercanas a la compañía aeroportuaria. "La discusión de la estrategia de la compañía en cuanto a desarrollo internacional y política de dividendos requiere que haya un nuevo Gobierno. Ninguno de estos aspectos pueden decidirse al margen de la opinión de nuestro accionista mayoritario", explica Aena.

    Así, también esta pendiente de que se apruebe el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) para dar visibilidad al futuro del negocio aeronáutico, algo que puede no pasar si no hay Gobierno ya que no se sabe si se puede aprobar en funciones. A ver si Godot llega antes de que sea tarde. Todavía hay tiempo, porque no hay grandes oportunidades para comprar.