El peligro del consenso de mercado
- Si el mercado espera una nueva crisis, puede ocurrir lo contrario
- Hay que analizar con criterio y sentido común; suele equivocarse
Víctor Alvargonzález
No sé si han oído alguna vez eso de "tiene más peligro que una piraña en un bidé". Pues eso pienso yo a veces del "consenso del mercado". Una semana antes de la reunión del Banco Central Europeo en la que anunció que incluiría deuda corporativa en sus compras de bonos, la agencia Bloomberg hizo una encuesta entre los economistas y estrategas jefes de los principales bancos europeos. De diez encuestados, no hubo ni uno que apuntara esa posibilidad. Fue un golpe para los pocos que pensábamos que tal medida no sólo tenía toda su lógica dentro del contexto del QE sino que, además, no era cierto que lo prohibieran los estatutos del banco central, como decía el consenso. Y como lo decía nadie se paró a verificarlo. El consenso no podía equivocarse. Resultado: muchos inversores se han perdido un rally impresionante en bonos corporativos, previo y posterior a la decisión del BCE.
Otro ejemplo de los peligros del consenso lo tienen en una magnífica película sobre los mercados financieros llamada The Big Short o, en español, La gran apuesta. El consenso, fuera americano o español, decía que "el ladrillo nunca baja". Pero bajó y generó la que va a acabar siendo la mayor crisis financiera de la historia, porque han pasado más de siete años y las economías occidentales no se han recuperado todavía de sus efectos. Cuando en abril de 2007 escribí un artículo diciendo que España era un hedge fund inmobiliario a punto de explotar, el 90% de mis clientes me decía lo de "el ladrillo nunca baja". Y en la película, que narra hechos reales, sólo un puñado de personas -literalmente- desafían al consenso poniéndose cortos (apostando contra el mercado)
¿Aplicación práctica en el momento actual?: pues ver qué cosas dice el consenso y analizar con criterio y sentido común -en lugar de ciega aceptación- en qué puede equivocarse y en qué puede acertar, que por supuesto también acierta. Aunque visto el historial es muy posible que en la mayoría de sus afirmaciones se equivoque.
El consenso es actualmente bajista. En primer lugar considera que estamos abocados a una nueva crisis financiera. No tengo espacio para decir los motivos y, además, mi intención no es opinar ahora sobre si tiene o no razón, sino informar sobre lo que opina el "ente", como un indicador más de lo que puede ocurrir en el futuro. Sí diré en este aspecto que aunque la opinión del consenso tiene muy buena base -vean las cosas que hace el Banco Central de Japón- , la experiencia me dice que las crisis financieras surgen cuando nadie -o muy pocos- las espera. Por eso pillan a la mayoría -especialmente al consenso- con el pie cambiado.
Otra opinión de consenso es que China no será capaz de controlar el ángulo de aterrizaje de su economía ni hacer frente a sus desequilibrios financieros. Si no fuera porque lo dice el consenso yo compartiría totalmente esa opinión. No veo cómo puede evitar China una nueva devaluación, ni cómo va a solucionar sus problemas de deuda pública y privada. Pero visto el performance del consenso, dejo abierta la puerta a que ocurra lo contrario.
Un ejemplo de plena actualidad de cómo la opinión del consenso puede utilizarse como indicador contrario lo tenemos en la sobreponderación Europa versus EEUU, en las carteras de renta variable. He sido un convencido desde mediados de 2014 y durante todo 2015. Qué mal hice en no mirar la lucecita roja cuando el consenso empezó a pensar lo mismo. Resultado: lo que en 2015 era un resultado claramente favorable al Eurostoxx 600 frente al S&P 500, se ha dado la vuelta justo en la misma medida en la que el rebaño -perdón, el consenso- cambiaba y se apuntaba a esa idea. Será casualidad. Pero qué casualidad. Así que desde que el consenso es completamente pro europeo yo he empezado a plantearme equilibrar mis preferencias. Realmente no ha sido por el consenso, sino más bien porque si los políticos no complementan el estímulo monetario del BCE -bajando impuestos, por ejemplo- poco margen de actuación le queda al señor Draghi para animar la economía europea. Pero tomo muy en cuenta que el consenso siga siendo pro europeo en renta variable.
Hay más "consensos", pero no tengo espacio para todos. No quiero acabar sin aclarar que al consenso no hay necesariamente que hacerle caso, pero sí aprovecharse de él. Y hay que tenerlo muy en cuenta. Mientras el consenso sea bajista es muy arriesgado hacer grandes apuestas en contrario. En todo caso podemos aprovechar su presión, bajista o alcista, para llegado el momento comprar a buen precio si pensamos que se equivoca. No es nada personal. Es un indicador más y, como tal, tenemos que usarlo.