Ligonomics: la Teoría de la Relatividad
Guillermo de Haro
A menudo, la gente ve la economía como una ciencia 'absoluta' donde hay verdades inmutables que siempre se cumplen, casi como una religión. Sin embargo, como buena ciencia que se precie, necesitamos referencias y contexto para poder entender, valorar y decidir. ¿Quieres conseguir el cómic de Ligonomics?
Concretamente, nos vemos bastante influidos por muchos sesgos a la hora de tomar decisiones. Si los conocemos podremos evitar su impacto negativo o usarlos para influir en las decisiones. El ejemplo de la compra del televisor es de Dan Ariely, investigador y profesor de psicología y economía del comportamiento en la Universidad de Duke. Ariely es también autor de libros basados en sus investigaciones sobre cómo evitar el dolor, qué nos hace mentir o cómo controlar nuestros impulsos irracionales. Hay un paradigma suyo que no aparece en el cómic y que yo viví en mis carnes.
Al ir a suscribirme a la revista The Economist encontré que había tres alternativas. La primera era sólo la versión impresa, la segunda era la versión digital y la tercera era la versión digital más la impresa, todo junto. Los estudios demostraban cómo ante tres alternativas, si una de las tres ampliaba alguna de las otras dos (en este caso, ambas), más del 70% de la gente la seleccionaba. En mi caso, que estudio, investigo, escribo y doy clases sobre estos temas, caí como un alevín. Y claro, empezaron a llegar las revistas en papel a mi casa, amontonándose en una esquina dentro del sobre en el que The Economist las enviaba. Hasta que mi mujer me preguntó por aquel despilfarro. Tuve que redirigir los envíos a un amigo, que las disfrutó encantado, dado que yo sólo las leía en digital. Había sufrido en mis carnes la teoría de la 'relatividad'.
El coste de oportunidad es otro aspecto de nuestro día a día que muchas veces no manejamos con soltura en los procesos de toma de decisiones. Es el valor al que renunciamos al tomar una decisión, el valor de la mejor opción no realizada. Fue definido por primera vez por Friedrich von Wieser y a menudo se usa de manera perversa, por ejemplo cuando se compara con alternativas que no son alcanzables o comparables.
Un ejemplo nos lo da una famosa historia anónima (o yo no he sido capaz de encontrar la fuente) sobre una mujer que buscaba marido rico en Nueva York. Su mensaje decía lo siguiente:
"Soy una chica muy hermosa de 25 años, con estudios y con clase. Quiero casarme con alguien que gane, como mínimo, medio millón de dólares al año. He salido con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero 250 mil no me van a permitir vivir en Central Park West.
Conozco a una mujer de mi clase de yoga que se casó con un banquero y vive en Tribeca, y ella ni es tan guapa como yo, ni es un ningún genio. ¿Qué es lo que hace ella bien? ¿Cómo puedo ponerme a su nivel?"
La respuesta que obtuvo nos deja claro cómo piensa un banquero de inversión frente al amor:
"He leído tu mensaje con gran interés y te ofrezco el siguiente análisis. En primer lugar, no estoy malgastando tu tiempo, ya que cumplo el requisito de ganar más de $500k al año.
Tu oferta es simple y llanamente un mal negocio. Lo que sugieres es un simple intercambio: tu apariencia física por mi dinero. El problema es que tu belleza se irá y mi dinero probablemente seguirá ahí. De hecho, es bastante probable que mis rentas aumenten, ¡pero también es una certeza absoluta que no te volverás más guapa!
Así que, en términos económicos, eres un activo que se deprecia y yo soy un activo que se revaloriza. Pero no sólo eres un activo a la baja, ¡sino que tu depreciación se acelera! Ahora tienes 25 y seguramente sigas siendo bella durante los próximos 5 años, pero cada año lo serás menos. A partir de los 35, el cambio será más rápido. En términos de Wall Street eres 'una acción a vender', no una para comprar y mantener. Así que el problema es el matrimonio porque si mi dinero se termina, tú también terminarás la relación. En consecuencia, lo que tiene sentido es salir contigo pero no casarse contigo.
Aparte de esto, al principio de mi carrera me enseñaron cómo funcionan los mercados eficientes. Por eso me pregunto por qué una chica 'elocuente, con clase y espectacularmente guapa' como tú ha sido incapaz de encontrar a su hombre rico. Me resulta difícil creer que, si eres tan guapa como dices, un hombre de 500k dólares no te haya encontrado, al menos para probar. Por otro lado, siempre puedes encontrar una manera de ganar tu propio dinero y no estaríamos teniendo esta conversación. Espero que esto te ayude y si te interesa algún tipo de arrendamiento, házmelo saber".
En temas sentimentales no siempre podemos ser tan matemáticos y asépticos, pero parece que la banca de inversión provoca este efecto en las personas. En cualquier caso, el hombre que responde parece haber encontrado una manera de resolver el problema de cómo medir el amor.
Otra alternativa es la regla de "tu edad más siete", basada en el artículo de Theresa DiDonato en Psychology Today . Esta norma nos da la edad mínima socialmente aceptable para salir con alguien sin ser juzgado, aunque también existe una versión para la edad máxima. Teniendo en cuenta la presión social a la que estamos sometidos, es posible que funcione en algunas culturas, pero tanto hombres como mujeres le han puesto muchas pegas.
Fuente: https://twitter.com/GuidoBCor/status/662953190174887937
A lo que no han puesto pega tras quedar claramente demostrado, pero sí muchas por existir, ha sido a lo que se conoce como la 'tasa rosa' o 'pink tax' . Este concepto se refiere al precio extra que pagan las mujeres en muchos productos, algunos de ellos puros commodities como las cuchillas de afeitar. Aparece analizado en el estudio 'From Cradle to Cane: the Cost of Being a Female Consumer' y aunque se centra en Nueva York, ha sido replicado en otras ciudades confirmando el efecto.
En cualquier caso, nos queda claro que tomamos decisiones por motivos emocionales no sólo en el amor, sino también en economía y, en general, el amor es relativo, así que debemos tenerlo en cuenta para evitar problemas?
-Cariño, ¡eres la mejor mujer del mundo!
-¿Ah sí? ¿Y cómo lo sabes? ¿Con quién comparas? ¿Hay otras? Lo sabía, ¡¡estás con otras!! Ya no me quieres. Esto se acabó. ¡TE DEJO!
"Las trampas del deseo: como controlar los impulsos irracionales que nos llevan al error" (2013) Dan Ariely, Editorial Ariel
"Por qué mentimos?en especial a nosotros mismos: la ciencia del engaño puesta al descubierto" (2012) Dan Ariely, Editorial Ariel.
[1] https://www.psychologytoday.com/blog/meet-catch-and-keep/201405/who-is-too-young-or-too-old-you-date
[1] http://www1.nyc.gov/assets/dca/downloads/pdf/partners/Study-of-Gender-Pricing-in-NYC.pdf